La obra del viaducto Salaverry se detiene hasta nuevo aviso. El pleno del concejo provincial anuló el convenio entre la comuna provincial de Arequipa y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Con esto la licitación del proyecto vuelve a foja cero. Sin embargo, se corre el peligro de perder el dinero para la vía. Además que la OIM podría hacer respetar el contrato con la municipio, mediante un arbitraje.
Para el alcalde provincial Alfredo Zegarra Tejada, la culpa de que la obra vial se detuviera es de los Colegios de Arquitectos e Ingenieros, además el Ministerio de Cultura. «Ellos opinaron y ahora tenemos que incluir sus opiniones. Para colmo Cultura nos chantajea con no permitir el inicio de obras», aseveró ofuscado el edil.
Anulación cantada
La anulación cae como un salvavidas para el alcalde Zegarra, sus funcionarios y regidores. Estos se salvan de cualquier denuncia.
La nulidad se da luego que la Fiscalía de Medio Ambiente notificara a Zegarra sobre las falencias encontradas en el proceso de licitación del viaducto Salaverry. Se advirtió que si insistían con el proyecto, serían demandados penalmente por diversos delitos.
La Fiscalía basó su resolución en la opinión de la Contraloría General de la República, el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado, el Ministerio de Cultura y hasta del Ministerio de Transportes y Comunicaciones.
Los regidores se reunieron la tarde del jueves pasado para evaluar estos documentos. A la cita no asistieron todos, pero se acordó cortar por lo sano (anular el proceso) para evitar complicaciones judiciales futuras.
Al día siguiente, Alfredo Zegarra convocó a una conferencia de prensa para anunciar que rescindirían el contrato con la OIM. No sin antes echarle la culpa al organismo internacional. Según el alcalde, ellos debieron avisarles que el proceso tenía vicios legales.
Lo anunciado por Zegarra se oficializó ayer en sesión de concejo. Los regidores oficialistas anularon el convenio con la OIM. Dijeron que aprobaron semanas atrás el mismo de buena fe. Indicaron que se basaron en los informes positivos de los funcionarios municipales. No perdieron la oportunidad para culpar a la OIM, como lo hizo Zegarra. «Ellos debieron avisarnos que algo estaba mal. Los contratamos para que nos asesoren», dijo el concejal Pedro Quispe.
Arbitraje a la vista
La confianza de los regidores de mayoría de que todos los problemas acabaron con anular el convenio de la OIM, se vino abajo luego que el concejal Christian Talavera asegurara que existe una gran posibilidad de que la OIM le inicie un arbitraje al provincial. «Ellos ya hicieron su parte del trato, licitaron el proyecto y ahora seguro esperan su 1% de ganancia».
La posibilidad existe. Según los concejales de oposición, Ricardo Medina y Christian Talavera, la OIM estaría en todo su derecho de cobrar lo acordado. Si el municipio se negara a pagar existe una cláusula de seguridad para la OIM. Esta indica que «la resolución de cualquier litigio, controversia y reclamo que surja con relación al incumplimiento, resolución, rescisión o invalidez deberá ser resuelto mediante el arbitraje de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional.
Pero Zegarra está tranquilo. Designará una comisión de funcionarios para que conversen con la OIM. Sobre ello el gerente municipal Mario Alatrista dijo que es poco probable que se inicie un arbitraje.
Fuente La República
