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Contraloría investiga las compras secretas del gobierno aprista

Contraloría investiga las compras secretas del gobierno aprista

contraloria_investiga_compras_secretasArmamento. Inspectoría General del Ministerio de Defensa reportó a la Contraloría presuntas irregularidades en internamiento de cinco tanques chinos MBT-2000, en la compra de tres aviones espías no tripulados UAV para el Vraem y otras adquisiciones.

Una decena de compras, contrataciones y negociaciones secretas de armamento que se hicieron durante el segundo gobierno aprista son sometidas a una exhaustiva auditoría por la Contraloría General de la República.

Los casos fueron reportados a la Contraloría por la  Inspectoría General del Ministerio de Defensa, entre diciembre del 2012 y febrero del presente año, después de detectar presuntos actos de corrupción.

El internamiento en el Perú de cinco tanques chinos MBT-2000,  que desfilaron en Lima el 8 de diciembre del 2009,  como parte de una negociación para la adquisición de dichos vehículos de combate, es uno de los casos que se encuentran bajo investigación.

La compañía estatal china Norinco exportó los MBT-2000, valorizados en 17,5 millones de dólares, luego de que recibió las garantías del gobierno del mandatario Alan García de que la firma del contrato era una realidad.

El 26 de junio del 2009, el agregado militar chino en Lima, el coronel Jian Jianrong, informó al entonces ministro de Defensa, Ántero Flores Aráoz, de la entrega de los cinco tanques. A su vez, Flores Aráoz encargó al comandante general del Ejército, Otto Guibovich Arteaga, gestionar la documentación requerida por los chinos para la llegada de los MBT-2000.

El director general de Cooperación con los Países Latinoamericanos de la compañía Norinco, Lan Jie, aseguró a Flores Aráoz el arribo de los vehículos.

Pero fue durante la gestión del ministro Rafael Rey Rey que los vehículos llegaron al Perú.

TANGO CHINO

Las negociaciones habían avanzado tanto que el 10 de diciembre del 2009, dos días después de que los MBT-2000 desfilaron por Lima, el presidente García anunció que la firma del contrato con China era un hecho.

“La compra me parece muy acertada y ya se han suscrito los preacuerdos para pasar a ver los pagos”, dijo el jefe del Estado a la agencia Andina.

Sin embargo, las negociaciones sufrieron un revés cuando La República reveló que el gobierno de Ucrania advirtió a China que no estaba autorizada a vender a Perú los MBT-2000 porque la tecnología del motor y del sistema de transmisión eran de su propiedad.

El 6 de abril del 2010, el ministro Rey informó del congelamiento indefinido de la adquisición. Alegó que el gobierno había establecido que su prioridad era la guerra contra Sendero Luminoso en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), y que los recursos se destinarían hacia ese objetivo.

El gobierno de China no se creyó la explicación, ya que el mismo presidente García fue quien garantizó la suscripción del contrato.

Incluso los chinos habían rebajado el precio por unidad de 5.8 millones a US$ 4.7 millones.

De acuerdo con la investigación que hizo la Inspectoría General del Ministerio de Defensa, los chinos se negaron  a la devolución de los cinco tanques con el argumento de que habían sido engañados por los peruanos que habían prometido la compra.

Debido al desacuerdo entre el gobierno de García y Norinco, los tanques permanecieron dos años almacenados en el Centro de Mantenimiento de Blindados (Cemablin) del Fuerte Rímac. Los chinos no deseaban abonar un centavo por la repatriación de los vehículos. Hasta que el 4 de julio del 2011, finalmente fueron despachados a su país de origen, a pocos días de que concluyera el segundo gobierno aprista.

Pero el Ejército cubrió el gasto.

Plata por nada

Según la comunicación de la Inspectoría General del Ministerio de Defensa a la Contraloría, se deben establecer responsabilidades por el frustrado contrato con Norinco porque las negociaciones implicaron el gasto de recursos del Estado.

Según los estimados, la devolución de los cinco tanques pudo haber implicado un desembolso de 5 millones de dólares de fondos públicos, según el Ejército.

El proceso de devolución de los MBT-2000 estuvo a cargo del ministro Jaime Thorne León.

Un hecho llamativo que despertó la atención de las autoridades es que virtualmente no existía documentación en el Ministerio de Defensa sobre las negociaciones con los chinos.

La Inspectoría se tomó varios meses para obtener copias y pocos originales, lo que implicaría la intencionalidad de que no quedara evidencia de la frustrada compra.

“Toda la operación de compra secreta estuvo plagada de irregularidades. Para comenzar, se escogió adquirir los tanques chinos MBT-2000 no obstante que el Comité Técnico Operativo para la Selección de Vehículos Blindados (CETO)  informó que el vehículo asiático no correspondía a las características establecidas por el Ejército”, dijo un general del Ejército en retiro que en su momento participó en el proceso y que pidió el anonimato.

“No era el tanque que el Ejército necesitaba, pero se escogió el MBT-2000 por decisión política”.

El ex ministro de Defensa  Ántero Flores Aráoz confirmó que en el Ejército no habían pedido los tanques chinos.

“Los chinos trajeron sus tanques para demostrar lo que tenían. Yo salí del Ministerio de Defensa el 11 de julio del 2009, y hasta donde yo recuerdo los tanques no llegaron hasta esa fecha sino meses después. Ellos ofrecieron traerlos, pero no había un requerimiento (pedido) del Ejército”, señaló Flores Aráoz a La República.

Es verdad, el Ejército no había solicitado los tanques chinos. El CETO había señalado que las unidades que encajaban con las especificaciones técnicas eran el T-90S ruso, el Oplot ucraniano y el Leopard 2A6 alemán.

COMPRAS BAJO SOSPECHA

“También recuerdo que meses después de mi salida del ministerio, vi desfilar los tanques chinos en Lima sin que existiera un contrato de por medio”, apuntó Flores Aráoz.

Contactado el ex ministro Rafael Rey Rey, la persona que respondió su teléfono dijo a este diario que no estaba disponible hasta el lunes.

Fuentes de la Contraloría confirmaron que el caso de los tanques chinos es sometido, efectivamente, a una auditoría, así como otros nueve incidentes reportados por la Inspectoría General del Ministerio del Interior.

Entre ellos se encuentra la compra de tres aviones espías no tripulados UAV para apoyar las actividades inteligencia del Ejército en el Vraem por 3,5 millones de soles.

Se otorgó la buena pro para las adquisiciones el 26 de abril del 2010 y el 10 de diciembre del mismo año, el primero en la gestión de Rafael Rey y el segundo en el periodo de Jaime Thorne.

Un informe del Servicio de Comunicaciones del Ejército (SCOME) reporta que los aparatos desde que llegaron al Perú se encuentran inoperativos, lo que afecta seriamente las labores de inteligencia en el Vraem.

El principal motivo de la deficiencia es que los aviones UAV adquiridos durante el gobierno aprista no son los que había requerido el Servicio de Comunicaciones del Ejército.

También ha llegado al despacho del contralor Fuad Khoury una relación de adquisiciones y contrataciones que se hicieron en el periodo 2006-2011 bajo la figura del secreto militar, cuando no correspondía hacerlo con esa modalidad excepcional.

Por ejemplo, la rehabilitación de las instalaciones sanitarias de la Escuela Técnica del Ejército, modernización del sistema de administración del Ejército, remodelación de la base de Infantería de la Marina en Ancón y la construcción de una cuna-jardín para subalternos de la Marina en Lima, entre otros.

Las autoridades buscan establecer la responsabilidad de los funcionarios que autorizaron sin justificación los gastos bajo secreto militar.

LO QUE DICEN LOS ANTECEDENTES

No es la primera vez que la Contraloría General de la República aplica una auditoría a las compras y contrataciones secretas del segundo gobierno aprista.

El 23 de abril del 2012 denunció por varios delitos a 8 militares que participaron en las adquisiciones de raciones de combate para los combatientes del Vraem, el 18 de agosto del 2009, y el 29 de noviembre del 2010. En el primer caso fue en la gestión de Rafael Rey, y en el segundo, de Jaime Thorne.

El 7 de febrero del 2013  la Contraloría acusó a una docena de oficiales de las Fuerzas Armadas y a dos ex viceministros de Defensa por la contratación de la compañía israelí Global CST, el 20 de octubre del 2009, durante la gestión de Rafael Rey.

EN CIFRAS

US$ 5,8 millones pidieron los chinos por el tanque MBT-2000.

US$ 4,7 millones rebajaron el precio para asegurar el contrato.

US$ 5 millones es lo que costó la devolución de los tanques chinos.

Fuente La República

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