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Destraban proyectos

Destraban proyectos

Una buena noticia para la economía peruana, la ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y la Línea 2 del Metro de Lima, dos megaproyectos que estaban detenidos, reanudarán su ejecución, por lo cual se vislumbra en el corto plazo una reactivación de la inversión privada en obras de infraestructura, que redundará positivamente en el crecimiento de la economía y el clima de inversión.

Desde ya, el presidente Pedro Pablo Kuczynski ha señalado que el destrabe de estas dos obras tendrá un impacto de un punto porcentual en el PBI de la economía peruana, lo cual garantiza un mayor crecimiento.

“Si pensamos que El Niño Costero no regresará por un tiempo y que los peores efectos de Lava Jato ya pasaron, tendremos dos puntos porcentuales de crecimiento en el PBI que se vienen. Por lo tanto, existe la posibilidad de mejorar”, aseveró,

En total, hablamos de 1,800 millones de dólares, entre estas dos construcciones, que se inyectarán a la economía mediante la inversión en infraestructura, 1,500 millones del aeropuerto Jorge Chávez, que incluye la ejecución de una segunda pista de aterrizaje, y 300 millones de la Línea 2 del Metro.

El Mandatario también señaló que el proyecto de Chinchero fue una frustración, pero el “proyecto”, como tal, seguirá adelante. “Estamos viendo cómo el Gobierno empieza inmediatamente a mover las tierras, para luego dar paso a la concesión del aeropuerto una vez que esto esté andando”, anticipó.

Recordemos que uno de los objetivos del Gobierno al inicio de su gestión fue destrabar una serie de obras paralizadas desde el gobierno anterior, por unos 18,000 millones de dólares, entre los cuales estaban el aeropuerto de Chinchero, la Línea 2 del Metro o el Gasoducto del Sur (GSP), y de esa manera convertir la inversión en motor de crecimiento.

Sin embargo, se presentaron dificultades que conspiraron contra ese objetivo, al menos en su gran parte, como denuncias, adendas, demora en las expropiaciones, ruido político y, sin duda, el más dañino de todos, el efecto Odebrecht.

La corrupción de la constructora brasileña no solo restó un punto porcentual a las proyecciones de crecimiento del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para el 2017, sino que también afectó proyectos de infraestructura por 9,318 millones de dólares, entre ellos el megaproyecto energético del GSP, cuya concesión quedó anulada al aplicarse la cláusula anticorrupción, y Olmos en el norte.

Por eso es importante haber reactivado la inversión en infraestructura porque marca un punto de quiebre respecto a la paralización heredada de años anteriores, mejora la confianza de los inversionistas y anima también, si esto viene acompañado, como se espera, por más activaciones de proyecto, a los empresarios a ser más audaces en sus inversiones. Una buena antesala al mensaje que brindará el presidente de la República el 28 de julio en el Congreso, y un activo esperanzador para el segundo año de gestión.

Fuente El Peruano

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