Cinco obras públicas de gran calado que ejecutó en solitario y en consorcio la constructora brasileña OAS, son sometidas a escrutinio por las Fiscalías Especializadas en Corrupción de Funcionarios.
Son tres proyectos convocados por el Gobierno Central, uno por el Gobierno Regional del Cusco y otro por la Municipalidad Metropolitana de Lima, entre 2011 y 2014, por una cifra que supera los 1,687 millones de soles, de acuerdo con fuentes del Ministerio Público.
Sin embargo, en comparación con el caso Odebrecht, las Fiscalías Especializadas en Corrupción de Funcionarios dedicadas a los contratos de OAS, avanzan a paso más lento.
Mientras que en Chile las autoridades intervinieron las oficinas de OAS de Santiago en menos de una semana después que la revista brasileña «Veja» (Vea) revelara que la constructora financió las campañas electorales de Michelle Bachelet y Marco Enríquez-Ominami, en el Perú no se ha registrado ninguna acción concreta en relación a la firma brasileña.Por el contrario, ha dado muestras de poco reflejos.
Por ejemplo, el 19 de octubre de 2016, IDL-Reporteros publicó los mensajes de WhatsApp que intercambiaron el ex presidente de OAS, José Pinheiro, con la ex gerente de Inversión Privada del municipio limeño durante la gestión de Luis Castañeda, la abogada Giselle Zegarra Flores. En el diálogo se mencionó a Castañeda en el contexto de presuntos acuerdos respecto al proyecto del bypass de la Avenida 28 de Julio.
En el mismo mes, la procuradora anticorrupción adjunta Gisella Salas pidió al titular de Tercer Despacho de la Segunda Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios, Reynaldo Avia, que interrogara a Castañeda, Zegarra y Pinheiro. El burgomaestre fue citado para el 23 de diciembre y no se presentó. Este caso, en el que Castañeda está en condición de investigado, está virtualmente estancado.
El monto referencial del proyecto del bypass fue de 138.6 millones de soles, dinero que salió de un fondo que estaba previsto para otra obra pública.
Todas las obras
Las investigaciones contra OAS se activaron porque el cinco de agosto de 2015, el ex presidente de la constructora, José Pinheiro Filho, y recibió una condena de 16 años y 4 meses de prisión por los delitos de corrupción activa, lavado de dinero y participación en el crimen organizado. Pinheiro autorizó pagos de sobornos a funcionarios públicos a cambio de la adjudicación de millonarias obras de construcción con fondos gubernamentales.
La construcción de la carretera Quilca-Matarani, adjudicada a OAS por Provías, del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, es uno de los proyectos bajo investigación. Según un reporte del Organismo de Supervisión de Contrataciones del Estado (OSCE), el valor referencial fue de 505.2 millones de soles, pero se pagó al final 553.2 millones. OAS estuvo consorciada con las firmas Cosapi y Obras de Ingeniería.
También es sometida a escrutinio la adjudicación de la construcción del Centro de Convenciones de Lima, que arrancó con el monto referencial de 454.9 millones de soles y subió hasta 499.3 millones. El Ministerio de Vivienda y Construcción instaló un Comité de Concesión que estuvo bajo la supervisión de veedores de la representación en Lima de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el proceso de selección de la constructora. La especialidad de la OIM no son precisamente las licitaciones.
En el caso de la habilitación de la carretera Lima-Canta, OAS se consorció con la peruana Upaca y la portuguesa Mota-Engil. Provías concedió la obra por 319.2 millones de soles, cuando el monto referencial fue de 293.3 millones de soles. El comité de licitación consultó con el despacho ministerial sobre la diferencia de 25.9 millones y recibió el visto bueno.
Algo similar sucedió con el Gobierno Regional del Cusco, que adjudicó al consorcio integrado por OAS el proyecto del hospital Antonio Lorena por 197.5 millones de soles, cuando el valor referencial fue de 190 millones.
Recientemente, la Procuraduría Regional Anticorrupción, ha constatado serias deficiencias en la infraestructura del nosocomio que construyó un consorcio constituido por OAS con Dextre Morimoto Arquitectos y Motlima Consultores.
Fuente La República
