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La caída de Jorge Acurio

La caída de Jorge Acurio

“Soy arquitecto, me he formado para construir no para destruir”, repetía a menudo el ex presidente regional del Cusco Jorge Isaacs Acurio Tito. Pero él mismo se encargó de destruir su reputación y su carrera política.

La imagen en la que se le ve cabizbajo, tratando de ocultar su rostro desencajado al ser detenido por el presunto cobro de una coima de US$1 millón 250 mil de Odebrecht, contrasta con sus aires de superioridad –que rayaba con la soberbia– cuando era el mandamás en el Cusco.

Lleva la política en la sangre. Nació en el seno de una familia izquierdista. Su padre, Neptaly Acurio, militó en el Partido Comunista Peruano y su madre, Lucila Tito, fue simpatizante. Además, ella fue alcaldesa de San Sebastián en dos ocasiones.

Siguiendo sus pasos, se metió en la política. Llegó al pico más alto de su carrera el 3 de octubre del 2010. Aquella tarde, contra todo pronóstico y en primera vuelta, ganó la presidencia regional del Cusco al derrotar al ahora asesor presidencial de Pedro Pablo Kuczynski, Máximo San Román.

Sus inicios

Jorge Acurio saltó a la arena política en las elecciones del 2006, y en esa primera incursión fue elegido alcalde del distrito cusqueño de San Sebastián. Su victoria fue una sorpresa. Llegó como invitado por las filas de Unión por el Perú (UPP), que hizo alianza con el Partido Nacionalista Peruano. Decidió postular por dicho partido dos horas antes del cierre de inscripciones. Tenía un acuerdo para ser la carta de Mi Cusco –del médico Alcides Vargas, quien apuntaba a la Municipalidad del Cusco–, pero al final optó por el nacionalismo.

Es por eso que recién el 31 de marzo del 2009 se afilió al partido que lideran el ex presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia. Actualmente, figura como el militante mil 461, según el Registro Nacional de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones.

Para el 2010 se había convertido en el favorito de Humala. Por eso solo a él se le autorizó postular a la presidencia regional usando el símbolo nacionalista de la “O”. En las demás regiones se obligó a los candidatos a formar alianzas para evitar el desgaste, porque al año siguiente eran las elecciones generales.

El lado oscuro

A medida que crecía como político, Acurio se volvió un personaje muy cuestionado y estaba en la mira de la Fiscalía. El miércoles cayó por el cobro de un soborno millonario de Odebrecht a cambio de la concesión de la avenida Evitamiento del Cusco. Pero esa no ha sido su primera acusación por corrupción.

Afrontó denuncias como gobernador regional, alcalde del distrito de San Sebastián y residente de una obra en la Municipalidad Provincial de Calca. En el 2013, fue condenado a cuatro años de pena suspendida de la libertad por colusión desleal y aprovechamiento indebido del cargo en la construcción del Coliseo de Calca en el 2006. Su condena recién se cumple en diciembre próximo.

Como alcalde de San Sebastián (2007-2010) tiene varios procesos. Uno de ellos por la desaparición de 54 mil bolsas de cemento de la comuna, valorizadas en cerca de un millón de soles.

Como gobernador cosechó al menos 19 denuncias por supuestos actos de corrupción. Además del presunto pago de coimas de Odebrecht, la Comisión de Fiscalización del Congreso y el Consejo Regional del Cusco detectaron irregularidades en otras obras.

En su gestión se concesionó la construcción del nuevo Hospital Antonio Lorena al consorcio Salud Lorena, integrado por OAS. En este caso hubo una extraña aprobación de ampliaciones de plazo y presupuesto en las gestiones de Acurio y de su sucesor René Concha Lezama. Un colaborador eficaz le dijo a la Fiscalía que la concesión del Hospital Lorena a la constructora brasileña fue pactada entre la ex primera dama Nadine Heredia y el ex presidente de OAS Joao Piñeiro.

Asimismo, hubo vicios en el proyecto de tres redes viales. En un solo día se convocó a licitación, se elaboraron las bases y se seleccionó a las empresas ganadoras de esta obra de más de S/ 715 millones. Además, no existió un estudio de preinversión a nivel de factibilidad, por lo que se habría favorecido a las empresas.

Esas denuncias datan del 2014, pero las investigaciones estaban estancadas. El último domingo, Acurio confesó que temía ir a prisión. Su miedo podría hacerse realidad en los siguientes días.

Fuente La República

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