En los DLs hay algunas medidas institucionales efectivas y focalizadas, pero no se ataca sino se mantiene el gravísimo problema de la corrupción pública y privada. Son importantes, entre ellas, el fortalecimiento de la Procuraduría, lucha contra crimen organizado, cambios en el régimen de contrataciones, saneamiento del sector interior, revisión periódica de las normas, etc.
Sin embargo no existen medidas que sean cambios sustantivos en pro de la institucionalización de la justicia en el país, particularmente en el caso de las entidades en crisis del Sistema de Administración de Justicia como el Poder Judicial, el Consejo Nacional del Ministerio Público y el CNM.
Con relación a la lucha contra la corrupción, si bien hay algunas normas que ayudan contra este flagelo, estas son claramente insuficientes. Se deja en la impunidad las responsabilidades del gravísimo caso probado de la mega corrupción de Odebrecht y Lava Jato, que compromete a las principales autoridades de 4 gobiernos anteriores (Fujimori, Toledo, García, Humala) y muchas empresas. (MD)
Fuente Diario Uno
