El contralor general de la República, Nelson Shack, se animó a darse una vuelta por las ruinas de Piura para advertir sobre un preocupante detalle en la licitación de las obras de rehabilitación: los consorcios y empresas ganadoras no tienen experiencia ni equipos y, todo parece indicar, nos quieren dar gato por liebre.
Aunque sus observaciones no son vinculantes, sí resultan inquietantes, porque se ha descubierto que dos postores ganadores de tres obras por más de S/ 40 millones, solo cambiaron de nombre pero se presentaron con la misma maquinaria para trabajar tres proyectos de manera simultánea. Es decir, sería imposible que la misma maquinaria esté presente en tres obras al mismo tiempo y concluir a tiempo como se requiere.
Los procesos de licitación requieren de inmediatez en pos de proteger a Piura de las próximas lluvias, pero no por ello se debe dejar pasar por alto esta grave observación y lo más triste, terminar con una obra inconclusa o inútil. Los piuranos ya se cansaron de los empresarios vivos, salvo que quienes están detrás de las licitaciones se hagan los tontos o no tengan la capacidad legal para filtrar lo bueno de lo malo.
Fuente El Tiempo
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