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Los afortunados de EsSalud: Extrañas «movidas» entre empresas y trabajadores del seguro social

Los afortunados de EsSalud: Extrañas «movidas» entre empresas y trabajadores del seguro social

Milton Valderrama Wong es médico de profesión, hasta hace 2 semanas era el gerente general del seguro social, el responsable administrativo de esta institución, pero al día siguiente de la emisión del reportaje de Cuarto Poder sobre la compra de una camioneta Toyota Prado que costó 229 mil soles, lo retiraron del cargo.

Pero Valderrama no se fue a casa, pasó de la gerencia general a formar parte del círculo más cercano del titular de EsSalud, el 22 de mayo pasado. Arturo Orellana, lo nombro su asesor, el número 9 del nutrido grupo de asesores que ahora trabajan en la presidencia del seguro social.

El presidente de EsSalud parece necesitar de muchas voces al oído para dirigir la institución y tiene más asesores que incluso el. Presidente del consejo de ministros, Alberto Otárola, quien con toda la responsabilidad que su cargo implica al articular con las 18 carteras, trabaja con 8 asesores y hasta el propio ministro de Trabajo del que depende EsSalud, solo cuenta con 2 asesores directos y una jefa de gabinete.

Arturo Orellana, a través de esta entrevista, reiteraba una vez más que su gestión priorizaría en  adelante  el gasto y que haría un uso eficiente de los recursos de los 13 millones de  asegurados, sin embargo ese día, solo  horas más tarde, en la alta dirección, se decidía salvar al gerente cesado, Milton Valderrama, e incorporarlo en el ya numeroso gabinete  conformado por 6 asesores que ganan 14, 166 soles de nivel III  y  3  asesores más  de nivel II, cuya remuneración es de 12 mil 824  soles. Por ellos, la alta dirección paga mensualmente cerca de 130 mil soles en asesores.

Pero Milton Valderrama no es el único gerente nombrado por Orellana que goza de mucha suerte en EsSalud.

Este hombre no es un empleado cualquiera del seguro social, ocupó un puesto clave en EsSalud gracias al actual titular de esta institución el 20 de enero de este año. Arturo Orellana lo nombra gerente de control patrimonial y servicios, cargo que ya había ocupado en el 2022 y en el que estuvo por segunda vez hasta hace 2 semana. También lo cesaron después de hacerse pública la compra de la camioneta Toyota Prado.

Pero Iván Rivera Hurtado también fue salvado: lo enviaron a trabajar a su oficina de origen, la oficina de control interno. Sin embargo, este trabajador de EsSalud tiene mucho que explicar. Fuimos a buscarlo hasta El Agustino

La empresa se llama INSYM SAC, y según su ficha de inscripción, debería funcionar en este inmueble de varios pisos en El Agustino, pero es una vivienda familiar.

Desde el 2018 hasta la fecha no ha dejado de contratar con EsSalud mes a mes: ha logrado en total 140 contratos por servicios de mantenimiento de mobiliario clínico y servicios generales para el hospital Sabogal, servicios que se repiten todos los meses y cuyos contratos son por montos que no sobrepasan las 8 UITS.

El último contrato que firmó INSYM SAC con EsSalud fue el 25 de junio del 2022, solo días antes de que Iván Hurtado dejara la gerencia de control patrimonial la primera vez. El contrato es por 810 mil soles y está aún vigente, vence en julio de este año.

Resulta que INSYM SAC, una pequeña y joven empresa con un capital de S/1000 y, convenientemente en el 2017, absorbió a la corporación de servicios RIVER SAC -justamente la empresa de la familia de Iván Rivera Hurtado-, cuyos socios fundadores eran su madre Consuelo Hurtado de la Cruz y su padre, Nicolás Rivera Martínez.

Lo que Rivera Hurtado dice desconocer, es que, en el año 2017, cuando la corporación RIVER mantenía un contrato con EsSalud por 753 mil soles. OSCE sancionó a la empresa de su familia y la inhabilitó por un año, al detectar que él era funcionario de EsSalud y pese a ello, la empresa de su familia se había convertido en proveedora de la institución.

Óscar Tuñoque Valdera es el representante legal de la empresa que absorbió a la de los Rivera, por estos días esta inubicable, no dan razón de su paradero. El firmó este último contrato que aún se encuentra vigente por 810 mil soles del que nadie parece querer hablar.

Extrañas movidas entre empresas y dudosas relaciones con los propios trabajadores de EsSalud debería, por lo menos, ameritar iniciar una investigación a fondo para, justamente, saber lo que ha pasado.

Fuente América TV

 

 

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