Los Juegos Bolivarianos Ayacucho-Lima 2025 llegaron a su fin, pero la controversia y el sinsabor persisten debido a las constantes denuncias que rodearon esta fiesta deportiva, a pesar de los millones de soles que se destinaron para dejar en alto el nombre del Perú. Influencers peruanos
Las vicisitudes y múltiples deficiencias en la organización y desarrollo de la competencia fueron evidentes. Óscar Martínez, delegado técnico de tiro, tuvo que ofrecer disculpas a las delegaciones y a los jueces.
Una de las quejas más graves fue la que hizo la Federación Ecuatoriana de Ciclismo, calificando de inaceptable las condiciones de hospedaje. El reclamo fue tan serio que la delegación tuvo que retornar a su país.
Cecilia Tait, miembro del Comité Olímpico Internacional, alzó la voz y culpó de este caos a al presidente del Comité Olímpico Peruano (COP), Renzo Manyari.
“¿Por qué no se usó la villa olímpica? ¿Por qué quisieron usar el Decreto de Urgencia? Para decir que por desabastecimiento para contratar a mi amigo, a mi primo, a quien sea. Por qué ponemos a toda la gente del personal del COP para que sean coorganizadores. Mi pregunta es: ¿quieren jugar con mi inteligencia o la de todos los peruanos?”, dijo la exvoleibolista a ‘ContraCorriente’.
Transferencias millonarias
El punto más álgido de esta historia se centra en los fondos y las compras. El Gobierno autorizó la transferencia de 35 millones de soles para compras de emergencia, realizadas de forma directa y sin concurso público.
En el servicio de transporte para los Juegos Bolivarianos Ayacucho-Lima 2025 se otorgó la Buena Pro a Corporación Vega S.A.C. y DEP Perú Hub E.I.R.L. por un monto de 32 millones 448 mil 431 soles.
Estas mismas dos empresas, Corporación Vega y DEP Perú Hub E.I.R.L., también aparecieron en el consorcio ganador del servicio de gestión para alojamiento, alimentación y alquiler de salas de reunión.
La Contraloría ya ha iniciado acciones de control, y uno de los primeros hallazgos es que la cancha de futsal tampoco estaba lista cuando se necesitaba.
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Fuente Willax
