Los principales aportes de la inversión pública son la mejora de la productividad, la generación del empleo y la promoción del crecimiento económico del país.
Es, además, la piedra angular de la estrategia de crecimiento de las naciones. En América Latina, las economías más dinámicas son también aquellas con los niveles más altos de inversión pública.
De acuerdo con el Marco Macroeconómico Multianual 2023-2026, en un contexto de reactivación económica, luego de la crisis sanitaria, priorizar la inversión pública es una opción efectiva debido a que presenta multiplicadores fiscales más altos, comparativamente con otros instrumentos, como gasto corriente o impuestos.
El gasto público de calidad conlleva un capital privado más productivo, ya que reduce los costos de transacción y sirve de bien intermedio en el proceso productivo de otros productos y servicios.
Contar con infraestructura pública brinda oportunidades de acceso a más y mejores servicios a la población, especialmente, a la de menores recursos, asegura el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Por lo tanto, las medidas del Gobierno se enfocan en ampliar el financiamiento de proyectos de rápido impacto, en mayores recursos para inversiones en zonas rezagadas y en reactivar obras paralizadas. Asimismo, se busca intensificar las asistencias técnicas y el acompañamiento para mejorar el desempeño de la gestión de planes en las entidades públicas, lo que permitirá evitar las paralizaciones y asegurar la continuidad, gestionar discrepancias, controversias, arbitrajes e incumplimiento de contratos.
Esta semana, el titular del MEF, Álex Contreras, reveló que la inversión pública llegó –en enero del presente año– a los 903 millones de soles, lo que significó un incremento de 9.9% respecto a similar mes del 2022.
Con este resultado se marcó un récord de ejecución porque, generalmente, cuando hay cambios en las autoridades regionales y locales disminuye este monto. No obstante, la inversión pública avanzó y el monto está por encima del promedio de los últimos cinco años.
Sin embargo, el ministro recalcó la necesidad de lograr un mayor dinamismo en el gasto de los gobiernos regionales y locales. Para tal fin, el MEF realiza un acompañamiento permanente y otra serie de medidas de mediano plazo que se implementarán durante el año.
Se requiere, además, que se ejecute el total de presupuesto para impulsar el crecimiento de la economía, el incremento del empleo y la reducción de la pobreza. Al cierre del 2022 se dejaron de ejecutar 18,000 millones de soles, que representaron el 28% del presupuesto asignado, lo cual tiene un impacto negativo directo en el bienestar de la sociedad, por lo cual es necesario revertir esta situación.
El Perú necesita un mayor nivel de inversión en infraestructura, para así mejorar el potencial de crecimiento, en particular, en el transporte.
De acuerdo con el Banco Mundial, los capitales en infraestructura ayudan a aumentar las tasas de crecimiento económico, ofrecen nuevas oportunidades para la economía y facilitan la inversión en capital humano.
Fuente El Peruano
