Para José Luis Guasch, exjefe de Expertos Globales en Asociaciones Público-Privadas (APP) del Banco Mundial, a pesar de la crisis sanitaria y los indicadores económicos, el Perú sigue siendo atractivo para los inversionistas que desarrollan las APP, por los proyectos de infraestructura que requiere concretar. Sin embargo, observó que se requiere tener más claridad en torno a los proyectos planteados y, de ser posible, empaquetarlos para tener más eficiencia.
“Dentro de todo, el Perú sigue siendo atractivo porque hay proyectos sustanciales, pero creo que sí requiere un poco más de claridad y compromiso con una cartera de proyectos, no solo centrar su compromiso en un proyecto en específico. Por ejemplo, que el transporte público urbano sea una prioridad”, comentó.
Además, consideró que muchos de estos proyectos pueden presentarse como un paquete de obras por sectores, como podría darse con varias carreteras o un grupo de escuelas. Ello permitiría a las empresas tener más seguridad de abrir una oficina en el país, porque sus probabilidades de obtener un proyecto subirían.
“Allí realmente podríamos avanzar de una manera efectiva. En lugar de hacer proyecto por proyecto, (en paquetes) se reducen costos, se acelera la ejecución y se establecen los términos de referencia. Son un montón de cosas que son de sentido común, pero no se están haciendo de forma sistémica”, explicó.
MODIFICACIONES CONTINUAS EN PROYECTOS
Si bien la cartera de proyectos de Proinversión para julio de 2021 representa una inversión aproximada de más de US$5,900 millones, los mencionados por el titular de la PCM, Walter Martos, ante el Congreso de la República suman US$1,434 millones.
Al margen de estos proyectos, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) viene negociando un cambio contractual con el concesionario del Ferrocarril Central para convertir este medio de transporte de carga en uno que transporte de pasajeros.
De acuerdo con Guasch, es un ejemplo de un proyecto necesario, pero al que se le tuvo que hacer modificaciones en función a las demandas surgidas, porque no tuvo ese objetivo inicial. De esa manera, el cambio se vuelve algo sistémico y consideró que no es la mejor manera de operar.
“La pandemia es un tema verdaderamente impactante y que sí va a generar un gran número de adendas para atacar las problemáticas que aparecen y es perfectamente entendible, pero de ahí a que se utilice eso para modificar contratos en tiempos normales y de forma sistémica, no. Al cambiar un proyecto cada dos o tres meses se generan problemáticas y demoras”, agregó.
Fuente Diario Correo
