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Cuatro años y varios millones ‘perdidos’ en hospitales que siguen en calidad de ‘elefantes blancos’

Cuatro años y varios millones ‘perdidos’ en hospitales que siguen en calidad de ‘elefantes blancos’

Como muchas otras madres, a Roxana le toca esperar de pie su turno para la consulta con el médico. Lleva aguardando la mitad de la mañana con un recién nacido en brazos que duerme en medio del bullicioso y reducido pasillo que da al consultorio ginecológico, dentro del hospital de Camaná. Este ambiente, que se ubica a unos pasos de la dirección, luce así a diario debido a la cantidad de mujeres gestantes que llegan buscando atención médica a este nosocomio.

La demanda es alta y el hospital ya no se abastece para cubrir las necesidades de toda su población. Hablamos de unas 58 mil personas que viven en la provincia de Camaná, que solo cuenta con un hospital del Ministerio de Salud (Minsa) desde hace más de 70 años. De tanto en tanto, el establecimiento entra en crisis y colapsa por los despistes de buses en la Quebrada del Toro, una peligrosa curva en la Panamericana Sur, con una veintena de heridos en promedio, o fallecidos.

Pero para Roxana, joven trabajadora independiente sin ingreso fijo, acudir a este establecimiento le resulta conveniente para ella y su bebé, aunque tenga que perder toda una mañana formando cola para obtener una cita.

El director del hospital de Camaná, Roberto Quispe, sostiene que la capacidad hospitalaria se superó hace 20 años y por esa razón se ideó la edificación de un nuevo centro, ubicado a 5 minutos de este local. El proyecto vio la luz en el 2016, con la construcción de una moderna infraestructura, aunque no era el único.

Arequipa empezaba a construir una red de hospitales en provincias y en la capital para descongestionar el Goyeneche y Honorio Delgado. Ambos establecimientos vetustos, continuamente saturados por la cantidad de pacientes que atienden a diario, los que provienen incluso de otras regiones del sur del país.

Los proyectos de Camaná, Chala, Cotahuasi y Maritza Campos en la capital, fueron muy esperados por la población que se veía obligada a trasladarse hasta estos dos mencionados nosocomios, realizando viajes de hasta 16 horas. Sin embargo, las esperadas obras acaban otro año más inconclusas, con aumentos de costos, y sin atender al público, lo que era su propósito.

La salud tiene otro precio y otro tiempo

El Gobierno Regional de Arequipa (GRA) aprobó inicialmente una inversión de aproximadamente 300 millones de soles para el desarrollo de los cuatro proyectos hospitalarios, en el 2016. Los hospitales de Chala, Camaná, Cotahuasi y Maritza Campos verían en un par de años la luz. Sin embargo, hoy esa inversión supera los 402 millones de soles y ninguno se encuentra operativo. (Ver gráfico).

El hospital de Cotahuasi, situado en la provincia de La Unión, fue el primero en iniciar su ejecución. Se empezó a construir el 9 de agosto de 2016, en la gestión de Yamila Osorio Delgado (2015-2018). Actualmente es la obra que tiene mayor retraso y sigue inactiva. En el plan inicial debía debía concluir en poco más de 2 años (807 días), exactamente el 19 de agosto de 2018, según el contrato firmado con el Consorcio Salud Cotahuasi, conformado por tres empresas: Dextre Morimoto, Neptuno Contratistas y Assignia Infraestructuras. Obviamente el plazo no se cumplió.

El hospital de Cotahuasi también es la obra que más variación presupuestal ha sufrido en los últimos años. El proyecto empezó con una inversión prevista de 46 millones 946 mil soles, pero actualmente tiene un costo de 73 millones 670 mil soles, de acuerdo al reporte de Seguimiento de Ejecución de Inversiones del Ministerio de Economía y Finanzas. Es decir que, a lo largo de los siete años, la obra aumentó su costo en más de 32 millones, significando una variación del 79% hasta el momento.

Poco antes de que culminara la gestión de la gobernadora Yamila Osorio, solo estaba construido el edificio hospitalario. Hasta ese momento, la obra tenía un 85% de avance. Por la falta de entrega, la gestión de Elmer Cáceres Llica (2019- octubre 2021) decidió finalmente resolver el contrato con el consorcio, por incumplimientos.

Esto llevó a la región a un proceso arbitral que dejó paralizado todo el proyecto. En junio de 2016 se intentó retomarlo con la contratación de la empresa Quisvar C y C SRL para que elabore el expediente de saldo de obra. Pero estuvo tan mal hecho que incluso la Contraloría detectó cotizaciones falsas por parte de la contratista y todo quedó observado.

Con la gestión de la gobernadora Kimmerlee Gutiérrez (Dic. 2021 – 2022) se buscó destrabarlo. El coordinador de las obras por contrata de la Gerencia Regional de Infraestructura del GRA, Dadin Muñoz Medina, manifestó a El Búho que no pueden intervenir hasta que no concluya el proceso de arbitraje con la contratista. “La obra está paralizada, no puede hacerse nada hasta que concluya el arbitraje”, sostuvo.

Sin embargo, indicó que está gestión lleva adelante un proceso para contratar un consultor que elabore el expediente para abastecer de energía eléctrica al nosocomio. Esto debido a que se han encontrado con un problema de falta de energía ya que el hospital demanda una capacidad de 500 KW, pero la capacidad energética para cubrir a toda la población del lugar es apenas de 200 KW.

Más hospitales inconclusos

El hospital Maritza Campos, ubicado en Cerro Colorado, ciudad de Arequipa, es otra obra que no consiguió retomarse. El proyecto también elevó considerablemente su costo inicial. La inversión del hospital Maritza Campos asciende, actualmente, a 171 millones 670 mil soles, 53% más del valor inicial que fue 112 millones 170 mil soles.

El consorcio hospitalario Sur, integrado por las firmas Eralma Constructora, Neso Constructora y Assignia Infraestructura, empezaron la ejecución a inicios de diciembre de 2017 y debían culminar a fines de junio de 2020. Según contrato, la obra debía tardar 540 días.

Sin embargo, la llegada de la pandemia afectó el cronograma de la obra, a lo que se sumaron los problemas que tuvo la contratista por falta de liquidez económica, la que llevó al proyecto a un vaivén de paralizaciones intermitentes. El hospital, proyectado para beneficiar a la población del cono norte de la ciudad, quedó paralizado con apenas un 58% de avance, desde mediados de año.

El coordinador de las obras por contrata indicó que el GRA decidió hacer una intervención económica, la cual iba a realizarse en agosto. Esta es una medida que se adopta para que la empresa y la región creen una cuenta mancomunada y puedan disponer del dinero que depositó la contratista como garantía para culminar los trabajos, sin resolver el contrato. Esta suma asciende a unos 33 millones de soles, el 10% de toda la obra.

“Lo preferible fue la intervención económica y así nos evitamos laudos arbitrales que duran año y medio en resolverse y la obra sigue paralizada. Eso, sin la garantía de que salga a nuestro favor”.

Pero para ello se requiere nombrar interventores que hagan el control de los desembolsos. Al momento, el GRA no ha podido designar a nadie ya que la norma estipula que sea un servidor nombrado y ninguno ha querido asumir esta responsabilidad. Mientras eso no ocurra, la obra no podrá continuar su ejecución.

Con relación al hospital de Chala, en Caravelí, que lleva sin poder culminarse hace cuatro años, los costos también se elevaron. Desde su ejecución que inició el 29 de agosto de 2016, el proyecto pasó de costar 47 millones 673 mil soles a 62 millones 845 mil soles. Es decir, un 36% más de dinero que proyectó gastar el gobierno regional.

La consejera Gloria Salas, presidenta de la comisión de Salud del Consejo Regional de Arequipa, indicó que se intentó retomar el proyecto. Pero, lamentablemente, el consorcio Chala II, a cargo del proyecto, que está conformado por el mismo grupo de empresas a cargo del hospital de Cotahuasi, ha tenido problemas con sus proveedores.

“Esta contratista no les pagó a los terceros y ellos les han quitado las memorias de los CPS, y esos equipos no podemos usarlos. Ahí los tenemos amarrados. Dicen que compren otros, pero va a superar el 15% de la obra”, subrayó.

Después de que la gestión de Elmer Cáceres Llica resolvió el contrato con el consorcio Chala II, conformada por las mismas empresas a cargo del hospital de Cotahuasi, se contrató a otra empresa para que elabore un expediente del resto de la obra. En abril de 2021 ya se tenía a Sevilla Rodríguez SRL para hacerse cargo de este trabajo por unos 7 millones de soles.

Pero en agosto de este año, la región advirtió errores en la elaboración de este documento en los que no se consideraron las instalaciones eléctricas ni sanitarias, entre otros.

Dadín Muñoz indicó que desde un inicio el consorcio no consideró en el expediente el componente de agua y desagüe para el hospital. Es por ello que la presente gestión empezó con la formulación del expediente para dotar de agua a este hospital. “Todos los problemas, la madre del cordero, son los expedientes mal elaborados”, concluyó.

Esta obra estuvo tan mal diseñada que la Contraloría halló que, a mitad de la construcción, se incluyó una sala de operaciones. No estaba considerada en el expediente. Además de señalar un presunto favorecimiento por parte de la gobernadora Yamila Osorio Delgado que no observó los incumplimientos en los que incurrió la empresa, así como las ampliaciones de plazo concedidas. Por estos hechos, la entidad ha pedido que se denuncie penalmente a la exautoridad.

Hospital de Camaná en vía de reactivación

Tal vez el único hospital que ha podido destrabarse parcialmente es el de Camaná. La obra del hospital que hoy lleva costando 93 millones de soles (30% más), ha sido retomada desde octubre de este año, afirmaron las autoridades.

“Se levantó todas las observaciones, se conversó con la contratista, se sentó el inicio en el cuaderno de obra”, detalló la consejera Gloria Salas.

Después de casi cuatro años de estar paralizadas las obras, el consorcio Salud Camaná II, conformado por las empresas Eralma Constructora, Eductrade, Riva S.A. Inmobiliaria Industrial Comercial Financiera y Agropecuaria, retomó el proyecto tras llegar a una conciliación con el gobierno regional.

El consorcio presentó dos laudos arbitrales, uno de ellos en Lima, después que el gobernador Elmer Cáceres Llica decidiera anular el contrato en el 2019. La consejera informó que se ha coordinado para cumplir los tres puntos que estipulaba el laudo. Uno fue una cuenta de fideicomiso donde la empresa aportó más de 1 millón para la culminación del proyecto.

Sin embargo, no todo está asegurado. Uno de los mayores inconvenientes es el proceso para el retorno de los equipos médicos que se sacaron de este hospital para atender la pandemia. Ventiladores, camas y otros equipos fueron a parar al hospital Honorio Delgado, para cubrir la demanda de pacientes con covid-19. Salas manifestó que se hará una revisión de todo el material, una vez culminada la obra, para determinar si serán o no reparados.

La obra se había quedado con un 73% de avance y la empresa tendrá que culminar el resto del proyecto para abril del siguiente año. Aunque externamente no se aprecian trabajos en el hospital. El Búho realizó una visita en diciembre y no se ejecutaban obras físicas. Por el contrario, un grupo de trabajadores de construcción civil reclamaron que la empresa aún mantiene salarios impagos a varios obreros y proveedores.

Según explicó la consejera, durante la visita que hizo en octubre verificó que faltaban culminar techos, pisos, conexiones eléctricas, ascensores y otros trabajos. El director del hospital de Camaná, Roberto Quispe, indicó que ya comenzaron con la capacitación al personal de salud. Así estarán preparados al momento de la transferencia.

Los perjudicados

Todas estas demoras han perjudicado a la población que esperaba con ansias estos hospitales. En este video mostramos el testimonio que brindaron a este medio sobre la necesidad de atención en estas provincias.

Fuente El Búho

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