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Hospitales que costaron millones convertidos en elefantes blancos

Hospitales que costaron millones convertidos en elefantes blancos

Imagina que vives en el distrito de Cotahuasi, en la provincia arequipeña de La Unión, que está localizada a ocho horas de la ciudad capital. De pronto, sufres un ataque cardiaco. Si quieres sobrevivir, tienes que aguantar un viaje de cinco horas. El hospital más cercano se ubica en Aplao, capital de la provincia de Castilla.

Al costado de la carretera que llega a Cotahuasi, se construyó un moderno nosocomio de tres pisos, hoy un elefante blanco. No tiene médicos, medicinas ni equipos para tratar una tos. Está cerrado.

Cotahuasi se asienta en uno de los cañones más profundos del mundo. El viaje es por una carretera zigzagueante que recorre las paredes del cañón, la vía asciende hasta las bases del nevado Coropuna y luego desciende hasta Aplao. En su pequeño nosocomio, o bien no hay camas disponibles, o bien personal. Entonces, el periplo debe prolongarse tres horas más hasta la ciudad de Arequipa.

Algunos pacientes no resisten y mueren en el camino. De eso da fe Amador Alque, director del Centro de Salud de Cotahuasi. Antes de la entrevista con el funcionario, se trasladó a una enferma a quien se le torció el intestino. La operaron en el hospital de Aplao. Es obvio que La Unión y sus distritos, con más de 14 000 habitantes, necesitan del establecimiento de salud.

La obra empezó en 2016, la gestión de Yamila Osorio Delgado. Ironías de vida, Osorio en una de sus visitas a esa provincia, sufrió una descompensación. Ella no hizo el periplo de 5 horas hasta Aplao. La trasladó un helicóptero.

Para construir el establecimiento se demolió un centro de salud con sala quirúrgica. Ahí se realizaban operaciones simples, ahora derivadas a Aplao y Arequipa.

El hospital tenía que terminarse en diciembre del 2018, pero le falta un 10%. Hace dos meses, la nueva gestión del Gobierno Regional de Arequipa (GRA) rescindió el contrato con el Consorcio Salud Cotahuasi, constructor de la infraestructura. El GRA aún no puede tomar posesión de la obra por una medida cautelar del 13.° Juzgado Civil Comercial de Lima.

Nombres y prácticas repetidas

En la gestión de Osorio, se licitó la construcción de los hospitales de Cotahuasi, Camaná y Chala. Las tres obras están paralizadas y con arbitrajes en la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa. Los gobiernos regionales de Arequipa, Tacna, Piura, Loreto y Junín, con nosocomios en marcha, enfrentan los mismos problemas. Las constructoras son siete empresas (ver infografía) Unas elaboran los expedientes, otras construyen la obra y otra asume la supervisión. No las terminan y las entrampan con arbitrajes y medidas judiciales. Cuando son penalizadas o se intenta rescindir sus contratos, demandan al gobierno regional de turno. “Se trata de un modus operandi”, dice Guillermo Valcárcel, gerente de Infraestructura del Gobierno Regional de Arequipa.

Juegan en pared

Assignia Infraestructuras Sucursal del Perú hizo el hospital de Cotahuasi, se trata de una constructora española en liquidación. En su país matriz, se vio envuelta en un escándalo de corrupción relacionado al pago de sobornos. También participó de manera consorciada en más de 15 nosocomios. Entre ellos: Chala y Maritza Campos en Arequipa. En Junín tiene a cargo los establecimientos Manuel Higa Arakaki y Pichanaki. También ejecuta los hospitales de Huancabamba, Ayabaca y Huarmaca en Piura. Todos ellos tienen problemas.

De igual forma, Assignia edifica el Hipólito Unanue de Tacna, obra licitada el 2015. El establecimiento está inconcluso. Cuando el Gobierno Regional de Tacna intentó rescindir el contrato, una medida cautelar impuesta por el 7.° Juzgado Civil Comercial de Lima lo impidió.

El juzgado dirigido por el magistrado Juan Gustavo Varillas Solano dictó otra medida cautelar a favor de Assignia y compañía, para que sigan ejecutando el hospital de Huarmaca en Piura.

Assignia se consorció en diversos proyectos regionales con Riva Sociedad Anónima, Mant. Const. y Proyectos Grales SAC, Eralma Constructora SA, Neptuno Contratistas Generales y Dextre+Morimoto Arquitectos SAC. La empresa española nunca dio sus descargos sobre los retrasos pese a solicitárselo.

Dextre+Morimoto se encuentra inhabilitada cuatro años por presentar documentos falsos. Participó en la construcción de más de 20 de estas obras. Por lo general, desempeña el papel de proyectista. Diseñó los expedientes de los hospitales de Arequipa, Cusco, Loreto, Junín, Cajamarca, Piura, Pasco y Puno. En el caso de Arequipa, los retrasos en la construcción se han justificado con problemas en los expedientes.

Otro nombre que resalta es el de Acruta & Tapia Ingenieros. Esta supervisa más de 20 obras en regiones. Según la Contraloría General, esta supervisora habría retrasado indebidamente las obras, al entregar adicionales de plazo sin que corresponda. (Mañana continúa).

Fuente La República

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