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La factura de Lima por Juegos Panamericanos llega a US$ 1,200 millones

La factura de Lima por Juegos Panamericanos llega a US$ 1,200 millones

Lima será durante diecisiete días la capital deportiva de América con la celebración del 26 de julio al 11 de agosto de los Juegos Panamericanos, el tercer mayor acontecimiento deportivo del mundo, para cuya organización el Estado peruano invirtió 4,200 millones de soles (unos US$ 1,200 millones).

Acondicionar instalaciones de primer nivel para acoger a 6,680 deportistas de 61 disciplinas deportivas diferentes, el mayor repertorio de la historia de los Juegos Panamericanos, llevó a los organizadores a desembolsar esta multimillonaria factura a pesar de que todo fue proyectado de manera funcional y sin lujos.

El primer gran gasto fue el convenio suscrito con el Reino Unido por unos S/ 210 millones (unos US$ 70 millones) para que compartiese su experiencia de la preparación de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y garantizase la transparencia y legalidad de todas las licitaciones.

Así se dio inicio a una contrarreloj por construir y adecuar las sedes en menos de tres años, un plazo tan ajustado que estuvo a punto de dejar a la capital peruana sin los Juegos.

La obra más costosa, con S/ 678 millones (unos US$ 201 millones), fue alistar la Villa Deportiva Nacional (Videna) de Lima, la principal sede deportiva de los Juegos, que acogerá al atletismo, natación, ciclismo en pista, balonmano, judo, patinaje, bádminton, squash y tenis de mesa.

Aunque el presupuesto inicial era de S/ 469 millones (unos US$ 139 millones), este aumentó en S/ 209 millones (unos US$ 62 millones) porque se construyeron 20,000 metros cuadrados adicionales a lo previsto.

En la Videna la constructora peruana Cosapi remodeló el vetusto estadio de atletismo con el mismo tartán que tendrán los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y lo adornó con tribunas para 5,000 espectadores, aunque para los Juegos se ampliará a 7,500 asientos.

También se le puso cubierta y 2,300 asientos al arcaico velódromo y se construyó un gran centro acuático, con una piscina olímpica y otra de saltos con aforo para 4,000 espectadores, además de un nuevo polideportivo complementario a los otros dos que ya tenía el complejo y una bolera con 24 pistas.

Otra obra complicada fue la Villa Panamericana, el complejo urbanístico donde se hospedarán la mayoría de deportas, compuesto por 1,096 viviendas familiares cuyo coste final fue de S/ 270 millones (US$ 80 millones).

Para acelerar su ejecución y reducir costes se cambió el proyecto inicial de 39 edificios de entre 8 y 10 pisos, a siete torres, de las que cuatro tienen 20 pisos y tres tienen 19.

El grupo chileno Besco-Besalco pudo terminar el proyecto antes del plazo previsto y con US$ 20 millones menos sobre el presupuesto inicial, por lo que le encargaron por otros US$ 30 millones adicionales una serie de obras menores en otras sedes ya existentes.

Así construyó las pistas de BMX y de monopatín en la Costa Verde y adecuó los coliseos Eduardo Dibós y Andrés Avelino Cáceres, que acogerán el baloncesto y el fisicoculturismo, respectivamente, y el polígono de tiro de la base aérea de Las Palmas, además del alojamiento de deportistas en la Escuela Naval.

En Villa María del Triunfo, populoso distrito del sur de Lima, se invirtieron S/ 226 millones (unos US$ 67 millones) para que la empresa española Sacyr y la uruguaya Saceem hiciese el segundo gran complejo deportivo de los Juegos.

Allí, rodeados de humildes barriadas que copan los cerros, se construyó una piscina para waterpolo y estadios de béisbol, para 1,800 espectadores; de hockey, con 1,500 asientos; de rugby, también de 1,500 butacas; de sóftbol, con aforo para 1,700 personas; además de pistas para la pelota vasca y la paleta frontón.

Sacyr también intervino en la Villa Regional del Callao, la ciudad portuaria aledaña a Lima, con S/ 152 millones (unos US$ 45 millones) para construir un pabellón para 6,100 personas donde se disputará el voleibol y el taekwondo y remozar el coliseo Miguel Grau para el boxeo y la lucha.

Dentro del mismo proyecto también se modernizó el estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la más antigua de América, al que le puso césped sintético y unas 22,000 butacas para acoger todo el fútbol de los Panamericanos.

Otra constructora española, Obrascon, fue la encargada de erigir por S/ 90 millones (unos US$ 30 millones) el polideportivo de Villa El Salvador, un pabellón de 5,000 espectadores que será la sede del kárate y de la gimnasia.

A todo ello hay que sumarle otros importantes gastos como los más de S/ 1,000 millones (unos US$ 300 millones) en obras de accesos viales a las sedes pero también numerosas obras pequeñas como los US$ 14.3 millones para el centro de equitación o los US$ 8.3 millones para un centro de alto rendimiento de surf.

También los US$ 23 millones que costarán las ceremonias de inauguración y de clausura o las casi 150,000 raciones de comida que se repartirán diariamente entre deportistas, oficiales y los 14,000 voluntarios.

Fuente Diario Gestión

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