Convocatorias ensombrecidas por inconsistencias, que parecían dirigidas a dudosas empresas, algunas posiblemente fantasmas, y un comité al parecer parcializado, con antecedentes de denuncias penales por violación y falsedad ideológica que compraron al ojo, obviando los exámenes de laboratorio recomendados por Contraloría.
Es el Hospital Rebagliati y aquí, en 2020, en plena pandemia, se realizó una compra directa, a dedo, amparados en la necesidad «urgente» por la pandemia en la que vivíamos.
La empresa ganadora fue ‘Emvidsa Logistic Peru’, constituida en el 2017, cuyo objeto social nada tiene que ver con el rubro de colchones, sino de productos descartables. El citado dominical fue en busca de sus oficinas, pero grande fue la sorpresa, pues no se halló nada.
A pesar de que no se encontró espuma, tampoco un solo empleado, esta empresa logró fabricar 573 colchones por un importe de 264,726 soles, tardando hasta 45 días en entregarlo, quebrando la primera condición del contrato: entrega en siete días después de firmar el contrato.
Su segundo incumplimiento que presentó fue la espuma: de 32 a 35 kilos con resistencia y desgarre con soporte textil doble faz, impermeable con logotipo institucional que jamás se encontró.
Ninguno de los colchones tenía el logo de EsSalud. Es más, eran de casa y estaban hongueados, miccionados, viejos, y hasta tapados con bolsas para cubrir, entre espuma y ácaros.
Pero, esta no fue la única irregularidad que llamó la atención. En diciembre de 2018, también se convocó a licitación para la compra de 7 colchones, ganando la buena la empresa ‘Pro Representaciones Médicas M y M S.A.C.’.
Sin embargo, sus propios representantes, que recuerdan ese concurso, no tienen idea de cómo ganaron y perdieron a la vez, al declararse nula la licitación días después.
Fuente Willax
