Dos grandes proyectos han quedado en suspenso en medio de la controversia entre el municipio de Lima y la empresa Rutas de Lima por la nulidad de los peajes de la Panamericana Norte y Panamericana Sur. Se trata del intercambio vial Canta Callao y la prolongación de la autopista Ramiro Prialé hasta el puente Los Ángeles (Chaclacayo).
Y es que desde el 2013, Rutas de Lima ha construido los intercambios viales Los Alisos, Naranjal y 25 de Enero a lo largo de la Panamericana Norte, los cuales agilizaron el tránsito. Sin embargo, aún no cumple con entregar el de Canta Callao, cuya inversión es de S/142 millones.
“Aún no tenemos este importante proyecto y seguimos viendo un cuello de botella antes de llegar a la caseta de Chillón”, afirma el alcalde de Puente Piedra, Rennán Espinoza, quien se muestra en contra de que desde mañana martes eleve de S/6,50 a S/7,50 los peajes de Rutas de Lima. “Hacen eso cuando no hay mejoras en Lima norte”, indica.
La vecina Karina Garay, quien vive cerca del sector, advierte que esta gran obra tiene un problema. “Se planea hacer un intercambio vial aislado porque no conecta la av. Trapiche (Comas) con la av. Canta Callao (SMP), cruzando la Panamericana Norte. Así no se podrá conectar la provincia de Canta con la provincia del Callao, como dice el nombre. Eso venimos pidiendo desde hace años, pero no nos hacen caso”, cuestiona.
Según Rutas de Lima, el intercambio vial Canta Callao está pendiente porque la Municipalidad de Lima no entrega los terrenos 100% liberados. Aún hay interferencias, desde postes de luz y teléfono hasta redes de agua, que se deben remover. Una vez que superen esa fase, las obras tardarían alrededor de 16 meses.
Líos en Ramiro Prialé
Las obras de la ampliación de la autopista Ramiro Prialé comenzaron en junio del 2014 con la construcción del segundo tramo de 20 kilómetros, desde la av. Las Torres (Huachipa). Iban a haber cuatro intercambios viales y seis pasos a desnivel hasta el puente Los Ángeles, en Chaclacayo.
Según Rutas de Lima, hasta el 2016 se avanzó con el 20% del proyecto luego de que se liberara el 94% de los terrenos. Se invirtieron S/305 millones, de los S/890 millones comprometidos. No obstante, en el 2017 llegó El Niño Costero y paralizó todo.
Ahora, la empresa responde que necesita que la comuna de Lima entregue los terrenos 100% liberados. Sin embargo, la titular de la Gerencia de la Promoción de Inversión Privada del municipio capitalino, Liz Jorg-Lizano, ve eso muy difícil de que se cumpla porque existen activos críticos en el trazo, como un camino preínca. A eso se suma el Colegio de Alto Rendimiento y la Hidroeléctrica de Huampaní.
“La Ramiro Prialé era la joya de la corona, pero no se ha hecho nada. Ha habido una inadecuada identificación de las áreas donde iban a ejecutarse las obras”, dijo. Agregó que, pese a que Rutas de Lima no ha cumplido con estos dos proyectos obligatorios, viene incrementando la tarifa de los peajes.
Esto se promovió mediante el acta de acuerdo del 30 de junio del 2016, que no pasó por la Contraloría ni el Ministerio de Economía y Finanzas, donde se liberó a la empresa de entregar las obras obligatorias para elevar los peajes. ¿Cuándo se dio eso? En la gestión de Luis Castañeda Lossio, algo que olvida el alcalde Rafael López Aliaga.
Se tienen que reactivar estos dos proyectos entre tanto se resuelven las controversias. No podemos perder la perspectiva de ciudad al tratar de imponer una agenda populista y demagógica, como el anular los peajes.
Debe haber voluntad de ambas partes para avanzar con el intercambio vial Canta Callao o la prolongación de la Ramiro Prialé. Si hay problemas con las interferencias o las expropiaciones, puede haber un rediseño del trazo. Puede haber una adenda para sacarlas de la concesión y las haga la comuna de Lima.
Lo que no puede haber son malos modales. El alcalde Rafael López Aliaga, al llamar “ratas de Lima” o “corrupta” a la empresa, genera una relación tirante y perjudica a los limeños, por más que ese sea el sentir de todos. Tiene que actuar mejor.
Claves
En el 2019, la exalcaldesa Susana Villarán aceptó que recibió coimas de Odebrecht, que era accionista mayoritario de Rutas de Lima.
Fuente La República
