La Municipalidad de Lima (MML) indicó que la construcción del paso a desnivel en el óvalo Monitor tiene un avance del 26% y los trabajos concluirían en el primer semestre del 2022.
“Ya tenemos un 26% de avance. En este momento se están ejecutando columnas, así como veredas y sardineles en la parte con dirección hacia La Molina. Asimismo, sobre el estribo y los pilares ubicados hacia el lado oeste del óvalo se viene efectuando el encofrado del falso techo, así como la instalación del acero de refuerzo, entre otros materiales. En esta área también hemos iniciado el vaciado del concreto de lo que será la losa del viaducto”, expresó el alcalde de Lima, Jorge Muñoz.
“Tenemos proyectado entregar esta infraestructura el primer semestre del 2022”, agregó.
La Municipalidad de Lima detalló que la obra beneficiará a más de 500 mil vecinos de La Molina y Surco, además de usuarios de Ate, San Borja y San Luis.
Además, aseguró que el paso a desnivel del óvalo Monitor reducirá en un 85% la carga vehicular en la intersección de las avenidas Javier Prado Este, Las Palmeras y El Golf Los Incas, lo que permitirá que las 30 mil unidades que pasan diariamente por la zona ahorren hasta 30 minutos en tiempos de viaje.
Todos los distritos registraron incrementos de precios interanual, pero las mayores subidas fueron en los distritos periféricos del norte y sur de la capital.
El proyecto demanda una inversión de S/80 millones de inversión y tendrá una extensión de casi 2 km, de los cuales 870 metros conformarán el paso a desnivel.
Plan de desvío
Debido al avance de los trabajos, la Municipalidad de Lima realizó la reducción de carriles en la Av. Javier Prado Este para el transporte privado, desde el Jr. El Bucaré hasta el Jr. Océano Pacífico, en el sentido este-oeste. Y en dirección contraria, oeste-este, desde la Av. Manuel Olguín hasta la calle Los Tiamos y, próximamente, hasta la Av. Circunvalación Golf Los Incas.
La MML recomendó a los conductores que tomen sus precauciones y usen las rutas alternas (ver el mapa del plan de desvío).
Fuente El Comercio
