Diez años después, millones de soles, miles de páginas y ciento de investigados. La mayoría de los casos, aún no han concluido. ¿Qué buscan los fiscales del Equipo Lava Jato? Justicia o espectáculo.
El Equipo Especial Lava Jato se creó en el año 2016 para investigar los sobornos de la constructora Odebrecht repartió a cambio de obras públicas. En el Perú apuntó a cuatro expresidentes, varios exministros, empresarios y candidatos presidenciales. A diferencia del resto de América Latina, aquí, el caso nunca se cerró.
Brasil, el epicentro de la corrupción de Odebrecht cerró su caso en siete años. Ecuador en tres. Colombia en cuatro. Perú lleva diez años y ningún juicio emblemático ha concluido. Nuestro país es el único en la región que mantiene investigaciones sin sentencias.
Las operaciones del Equipo Lava Jato le han otorgado poder, fama y un patrimonio cuestionable a los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela Barba.
Lo más grave son las víctimas que han quedado atrapadas en los casos sin resolver: Ricardo Briceño, expresidente de la Confiep, acusado sin pruebas sólidas.
José Luis Bernaola, chofer de PPK, fue tratado como un delincuente, por el simple hecho de haber trabajado con el expresidente.
José Miguel Castro, exgerente de la Municipalidad de Lima, murió siendo investigado, pese de haber querido colaborar con la justicia. A él no le alcanzó la vida para el fiscal Pérez, homologue su colaboración. Todo indica que una intención mal sana de no cerrar estos casos.
Fuente Willax
