La Contraloría General de la República detectó que se ejecutaron trabajos durante el plazo de suspensión en la obra “Rehabilitación de pista y vereda, en la avenida Ramón Castilla, desde la calle Capitán Hoyle hasta Ca. S/N del distrito de Papayal, Zarumilla”, a cargo de la Municipalidad Distrital de Papayal, en la región Tumbes.
La inversión del proyecto supera los S/ 4 millones y tiene un plazo de ejecución de 150 días. Además, se identificó la falta de profesionales propuestos por el contratista y la supervisión.
Según el informe de Hito de Control N°002-2023-OCI/0476-SCC, en la sección de gastos generales y personal clave presentados por el contratista, se consideró la participación de 4 profesionales de ingeniería: residente y asistente de obra, sanitario y especialista medioambiental.
Igualmente, para la supervisión se estableció la presencia del supervisor y asistente de obra. En ambos casos, su asistencia sería durante el tiempo que duren los trabajos.
En ese sentido, la comisión de control efectuó 2 visitas. El 18 de enero del 2023, se encontró a la ingeniera de seguridad y al supervisor, quien indicó que el residente anotó en el cuaderno de obra digital en la noche anterior, que fue diagnosticado positivo a COVID-19, motivo por el cual estaba ausente. Durante el recorrido se observó el desarrollo de trabajos, obreros que no contaban con todos los equipos de protección personal y falta de señalizaciones de seguridad.
Posteriormente, el profesional presentado como “ingeniero asistente de obra” dirigió una carta donde señaló que no perfeccionó un contrato con el contratista, evidenciándose que no se desempeñó tal cargo en la ejecución de la obra.
Al ser consultada, la entidad informó que no existe comunicación alguna por el cambio de profesionales claves. En otro aspecto, de acuerdo a la búsqueda de colegiados en la página web del Colegio de Ingenieros del Perú, se advierte que el profesional que se identificó como “apoyo técnico del residente” cuenta con la especialidad de “agrícola”.
En la segunda visita, del 23 de enero del 2023, no se encontró permanentemente a ninguno de los profesionales propuestos por el contratista y la supervisión, pese a ello los trabajos continuaban ejecutándose, sin la dirección técnica necesaria, lo que permitió el vaciado de concreto con agregado grueso (piedra) contaminado; puesto que, se encontraba mezclado con agregado fino (arena). Asimismo, se mantenían las observaciones realizadas en la primera visita.
En otro aspecto, según la entidad, el plazo de ejecución debió culminar el 14 de enero del 2023, pero existió una suspensión de plazo por 4 días que prolongó la fecha hasta el 20 del mismo mes; sobre el tema el gerente de Infraestructura y Obras informó no tener conocimiento de alguna otra suspensión o ampliación. Sin embargo, en el asiento N° 161 del 25 de enero, el residente señala que existe un acta de suspensión de plazo N° 2, de fecha 19 de enero, suscrita por la municipalidad y el contratista.
El acta argumenta que, al existir un caso de COVID en un personal clave, se reconoce la suspensión N° 2, del 19 al 25 de enero, en razón a ello se efectuó la segunda visita del 23 de enero, constatándose la continuación de trabajos, pese a la ausencia del personal clave y suspensión; cabe precisar que la obra se desarrolla frente al local de la municipalidad. Aunado a ello, en los 2 últimos asientos digitales, al 31 de enero, no se ha indicado la culminación de los trabajos.
Tras las situaciones adversas encontradas, el informe de control fue enviado a la entidad a cargo, para que se adopten las acciones que correspondan.
Fuente Diario Correo
