La inversión que realizó el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) para implementar el Centro de Aislamiento para pacientes COVID-19 en Cerro Juli, fue observada por la Contraloría General de la República.
Los auditores hicieron visitas durante la ejecución del proyecto y detectaron una serie de deficiencias por la falta de transparencia y por obras no contempladas en el expediente técnico.
La obra fue inaugurada el 6 de mayo, demandó de una inversión de 1.6 millones de soles, no obstante, el GRA aún no registró la información ante el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace). La región tenía un plazo de 10 días para regularizar la información y publicitarla.
El informe del ente de control detalla que existe la documentación interna sobre la contratación de tres empresas para que provean de equipos. Pero en la inspección también se detectó que otras 6 personas jurídicas prestaban servicio a la entidad; sin embargo, la oficina de Logística no tomó conocimiento sobre esos proveedores.
Inconsistencias. Según la Contraloría, los reportes del almacén de la obra detallan que se ingresó 102 unidades de madera tornillo, 100 de eucalipto y 200 cuartones de madera, pero no se observa ninguna salida.
Detallan que para la fabricación de las camas, veladores y puertas no se usó madera, sino placas de triplay, clavos, pintura, entre otros, esos materiales no figuran en el cuaderno de la obra.
Además, reportaron que varias de las compras de materiales para el proyecto no se registran en el expediente de adquisiciones.
Otro de los cuestionamientos fue que la región realizó trabajos que no son parte del expediente técnico, como la confección de veladores, edificación del cerco metálico y desmontaje de la estructura metálica del techo.
El gerente regional de Control, Fabio Niño de Guzmán, dio un plazo de 5 días al gobernador Elmer Cáceres para que emita un plan subsanando las observaciones.
Fuente Diario Correo
