Durante la emergencia sanitaria por coronavirus, hemos sido testigos de que la corrupción y la falta de valores han sido las causantes de que se ralentice la lucha contra la pandemia en el país. Producto de ello, tuvimos escenarios como el de la discoteca en Los Olivos, o el retraso en la compra de ventiladores mecánicos en Piura.
“El virus arrasó con mucho, hizo colapsar al país, pero la corrupción se ha fortalecido, se está reinventando. Lo que pasó en la discoteca de Los Olivos es cuestión de valores: no podemos esperar que el policía nos diga qué hacer”, refirió el párroco Miguel Medina.
En ese sentido, el religioso opinó que la educación actual está orientada más a la empleabilidad de la persona, que a una formación en valores.
“El problema es que no estamos trabajando en fortalecer los valores. La currícula educativa no le da espacio a este tema. Tenemos una educación para el trabajo, pero la educación no debería ser para eso ni para la economía, sino para formar a las personas. No somos mano de obra, la persona es valores y es trascendencia”, señaló.
Sin valores
La representante de Vigilia Ciudadana, Mela Salazar, recordó que somos una de las primeras regiones en cuanto a actos de corrupción; además criticó que los funcionarios no comprendan que su rol es velar por el binestar público.
“Según la Contraloría vamos en los primeros puestos en cuanto a corrupción. Y, en tiempos de pandemia, la corrupción mata porque no se atiende a los más necesitados, los recursos no llegan a su destino. Me parece que los funcionarios, los que cumplen un cargo público, no entienden que deben hacer su trabajo con un afán de servicio, y no con el fin de aprovecharse”, dijo.
Datos
* Durante el control de “Distribución de canastas básicas familiares en el marco del estado de emergencia”, la Contraloría detectó que se entregaron canastas a 11 personas, que no cumplían los requisitos.
Fuente El Tiempo
