compras-estatales

Corrupción y construcción en hospitales del Perú, por Yeni Vilcatoma

Corrupción y construcción en hospitales del Perú, por Yeni Vilcatoma

Nuestras reiteradas denuncias en el tiempo en relación con la construcción de hospitales en el Perú, por actos de corrupción, obedecían a la posibilidad de vivir momentos como este, con la pandemia del coronavirus, pudo haber sido un terremoto de gran magnitud o cualquier otra catástrofe. Se requerirían todos nuestros hospitales en óptimas condiciones para ofrecer una respuesta que pueda salvar vidas de los peruanos. Desde la construcción, remodelación o equipamiento, no hay proyecto en el país que no se encuentre cuestionado, direccionamientos en los procesos durante los actos preparatorios que dejaban bombas de tiempo en los expedientes técnicos que no fueron observados por los postores durante los procesos de selección es un claro ejemplo.

Por ello, al no haber sido advertidas pasaría a ser asumidas por el ganador de la buena pro, pero no, dieron lugar por el contrario a que se formularan innumerables observaciones a cargo del Estado y por ende a las adendas millonarias. Otro claro ejemplo es la construcción del Hospital de Neoplásica de Jauja-Junín, cuya primera observación fue la calidad del suelo, de entrada nomás ese chiste u grave omisión costó millones al erario nacional sobre el monto por el que se ganó la buena pro, déjenme decirles, no fue la única, en el tiempo fueron muchos más irregularidades. El Hospital La Caleta de Chimbote, es otra ofrenda a la corrupción, en más de un ejercicio presupuestal se le asignó 171 millones de soles, los cuales como por arte de magia desaparecieron, y con el cuento del terreno inadecuado hasta ahora se sigue destinando más y más dinero. Con tanta plata robada se hubiera comprado respiradores para todos los hospitales del Perú, todo un sueño hoy.

Todos estamos en riesgo, pues incluso de llegar a un hospital, salvarnos no está garantizado por falta de equipamiento de los mismos. El Hospital de Andahuaylas, el de Tacna, al que le pusieron varias veces la primera piedra, el de Ayacucho y así robos en todos los nosocomios del Perú. En estos ejemplos podemos verificar cómo la corrupción y sus operadores especializados direccionaban ejecuciones contractuales hacia arbitrajes aún más corruptos, no permiten que el sistema de salud esté en condiciones de responder adecuadamente en momentos en los que la vida de miles de peruanos está en grave riesgo, solo nos queda la esperanza en nuestro propio esfuerzo de aislarnos, pues la otra alternativa garantiza una muerte segura, de llegar a un hospital, si es que éste existiera, o de ser real su infraestructura sea precaria y que no cuente con el equipamiento en cuidados intensivos.

Fuente Expreso

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »