El Ministerio Público investiga a la Municipalidad Metropolitana de Lima por un caso de presunto direccionamiento a favor de dos proveedores, en el marco de la pandemia del COVID-19 (coronavirus).
Según un reportaje de Punto Final, la comuna limeña habría favorecido a la compañía Biobysa S.A.C., por la venta de guantes de protección por S/ 210,520; y a Michel Alexis Lanao Salvatierra, a quien le compraron mascarillas por S/ 449,800. La Fiscalía investiga estas transacciones.
El informe periodístico indicó que la municipalidad invitó a un grupo de 26 empresas a cotizar para la compra de estos productos. No obstante, solo seis se dedicaban a la venta de indumentaria médica o equipos de protección personal.
El resto estaba vinculado a rubros completamente diferentes, como juguetes, metales, materiales de construcción, prendas de vestir, y hasta armas y municiones.
Según Óscar García, subgerente de Logística de la MML, el municipio verificó en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace) que estas empresas cumplan con los requisitos para la convocatoria.
“Se verificó a nivel del Seace que sean empresas que hayan ofertado tipos de bienes de esta naturaleza o similares, y sobre esa base es que se les ha cursado invitaciones. Las empresas que se les ha invitado a cotizar tienen experiencia vendiendo este tipo de productos”, anotó.
En respuesta, el reportaje cotejó con las empresas en cuestión, y corroboró que no vendían ni mascarillas ni guantes. Además, en la web del Seace se observó que algunas no habían contratado con el Estado.
Al momento de lanzar la convocatoria, el 29 de marzo, la MML ofreció un plazo de 20 horas para que las empresas envíen cotizaciones. El plazo fue ampliado hasta las 11:30 a.m. del día siguiente. Durante esta prórroga se presentaron las cotizaciones de Lanao Salvatierra y de Biobysa, justo los ganadores del proceso.
“Se recibieron 5 o 6 ofertas de empresas que sí venden en el mercado y nos ofertaron ese tipo de productos. El precio fluctuante entre el ganador y estos, se incremente entre 50% y 400%”, comentó, al respecto, García.
“Fue la propuesta que se evaluó; en su momento, cumplía con las características técnicas requeridas por la entidad y plazos de entrega; y si el precio es menor no podíamos dejar de tomar esta cotización y asumirla como tal”, justificó.
Fuente El Comercio