Mientras toda la prensa y la opinión pública concentraban su atención en el Palacio de Justicia, donde se realizaba la audiencia de casación de Keiko Fujimori, el empresario José Graña Miró Quesada acudió a oficinas del equipo especial Lava Jato del Ministerio Público.
El accionista de Graña & Montero, empresa que se asoció con Odebrecht en la Interoceánica del Sur, la Línea 1 del Metro y el Gasoducto del Sur, estuvo en el despacho que corresponde al fiscal José Domingo Pérez dando sus declaraciones.
Si bien el también propietario de medios de comunicación estuvo tres meses en prisión preventiva, tiene comparecencia simple y ha viajado al extranjero desde que es investigado, siempre ha acudido a las citaciones.
Otro caso en el cual el conglomerado G&M está implicado es el del “Club de la Construcción”, donde incluso ya ha confesado delito en la buena pro para la rehabilitación y mejoramiento de la carretera la Quinua-San Francisco de Ayacucho.
En ese entonces, se pagó a funcionarios de Provías Nacional 12.5 millones de soles, a cambio de gestionar la adjudicación por S/ 476.7 millones en el 2011, cuando Ollanta Humala ya era presidente.
En el 2017, Jorge Barata confesó que el directorio de G&M sabía de los sobornos pagados a Alejandro Toledo por la IIRSA Sur. Esto dio paso a la peor crisis financiera de la historia de la empresa peruana.
Sin embargo, luego consiguieron contratos millonarios con el Estado, además de premios entregados por sus “buenas prácticas”, y en el segundo trimestre del año ya reportan resultados positivos. La utilidad neta alcanzó entre abril y junio los 8,200 millones de dólares. Esto representó un aumento de 195 % en comparación al mismo periodo del año anterior.
FIDEICOMISO
G&M tiene un fideicomiso en el Ministerio de Justicia, para una eventual reparación civil por el presunto delito de cohecho.
El monto de garantía es S/ 79’116,443.66, el cual se abonaría si es que la empresa es sentenciada civilmente responsable.
Fuente Diario Expreso
