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Luz roja a la trafa, por Iván Slocovich

Luz roja a la trafa, por Iván Slocovich

Hace unos días, escribí en este espacio sobre lo mal que habían votado en los últimos años los ancashinos, pues, luego de tener al encarcelado César Álvarez como gobernador regional, eligieron al farsante de Waldo Ríos -hoy también en prisión-, quien más tarde fue reemplazado por su segundo, Enrique Vargas, personaje que acaba de dejar la cárcel, a la que fue enviado por consignar información falsa sobre sus estudios superiores.

No obstante, en esa columna me quedé corto, pues solo hacía mención a la realidad de la administración regional y no a la que se vive en la provincia del Santa. El miércoles último, la exalcaldesa y candidata al Gobierno Regional, Victoria Espinoza, ha sido condenada a cuatro años de prisión efectiva por el delito de cohecho, debido a la compra sobrevalorada en más de tres millones de soles de “semáforos inteligentes” para el puerto de Chimbote.

El escandaloso caso fue destapado por Correo Chimbote hace siete años, cuando nuestra investigación periodística dejaba en claro que los equipos adquiridos por la gestión de la alcaldesa Espinoza eran mucho más caros que otros iguales adquiridos por una municipalidad distinta. La Fiscalía tomó el caso, realizó la denuncia respectiva y esta semana la exfuncionaria, que se estaba lanzando como candidata al Gobierno Regional de Áncash, fue condenada por el Poder Judicial.

Sin embargo, el castigo de pena de cárcel efectiva no ha caído solo a la señora Espinoza, sino también al actual alcalde de Santa, Julio Cortez, quien al momento de la fraudulenta compra de los “semáforos inteligentes” era gerente municipal. Con ello, tenemos que la provincia se encuentra hoy sin autoridad edil, y todo porque en los últimos comicios la gente eligió a personajes rodeados de sombras tras su paso por la gestión pública.

La administración regional y las municipalidades de Áncash son las que más recursos reciben en todo el país gracias a la actividad minera, y es una lástima que en los últimos años parte de esa plata haya ido a parar a manos de gente con tristes antecedentes como los de Álvarez, Ríos, Vargas, Espinoza o Cortez, por mencionar solo a algunos. ¿Serán capaces de votar por gente decente en las elecciones del próximo 7 de octubre?

Fuente Diario Correo

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