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Nueva etapa en la Contraloría

Nueva etapa en la Contraloría

La designación del economista Nelson Shack Yalta como nuevo contralor general de la República por los próximos siete años debe marcar un punto de quiebre en la lucha contra la corrupción en el país y una nueva etapa, esperemos, más fructífera en las relaciones entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.

En efecto, la Comisión Permanente del Congreso, encabezada por la oposición, eligió por amplia mayoría (18 votos) al candidato del Gobierno, con un voto en contra y cuatro abstenciones, reconociendo que reúne los requisitos para el cargo y, sobre todo, que cuenta con la acreditación profesional y moral para el ejercicio de su función.

Los cuestionamientos a su cercanía al Gobierno, por haber trabajado en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cuando el actual jefe del Gabinete, Fernando Zavala, era titular de esa cartera, en el 2005, no surtieron efecto; por el contrario, su elección es una reivindicación de los funcionarios de carrera, que son servidores del Estado, no del partido en el poder, por lo que resulta injusto asociarlos con determinado gobierno.

“Un funcionario no se debe a un partido, se debe al Estado; reafirmo mi absoluta independencia del Ejecutivo y sus acciones”, afirmó, en referencia a su labor en el MEF desde 1996 hasta el 2005, pasando por dos gobiernos diferentes.

Ahora bien, el reto del nuevo contralor es trascendental, porque deberá llevar adelante una reforma que le devuelva a la Contraloría la credibilidad y el prestigio profesional perdidos durante la gestión de Edgar Alarcón, destituido por faltas graves; pero, además, transformarla en una entidad que fiscalice el uso de los recursos del Estado, sin que ello signifique interferir o paralizar la inversión pública.

Justamente, antes de ser designado, Shack explicó ante la Comisión Permanente su propuesta para reestructurar la Contraloría, las acciones que tomará para acompañar el proceso de reconstrucción con cambios y la demanda de mayor presupuesto para el ente de control.

Adelantó que retirará la confianza a los funcionarios de alta y media dirección, y que una de sus preocupaciones será observar al detalle la situación del Aeropuerto Internacional de Chinchero, en el Cusco; la potenciación de la Refinería de Talara y el Oleoducto Norperuano.

Sobre su independencia del Gobierno, refirió que si bien esta preocupación es razonable, su trayectoria profesional se caracteriza por su capacidad de renuncia y de hacer lo correcto.

Por su solvencia profesional y moral, Nelson Shack genera buenos augurios respecto a que la entidad de control volverá a ser pieza clave en la lucha contra la corrupción.

Pero esta elección también puede anticipar una nueva etapa en las relaciones entre el Congreso y el Poder Ejecutivo luego de la reunión del presidente Pedro Pablo Kuczynski y la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, el 11 de julio pasado en Palacio de Gobierno.

Esta vez prevaleció el debate técnico, objetivo, sin descalificaciones ni cálculos políticos de antemano, y la obtención de 18 votos, de 23 posibles, revela que pesó el interés nacional. Ojalá que este ánimo se mantenga.

Fuente El Peruano

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