Usuarios critican el uso de nuevo catálogo electrónico del OSCE porque propicia una competencia dispareja entre mayoristas y minoristas
MARCELA MENDOZA RIOFRÍO
Los empresarios nacionales ligados al sector informático están preocupados ante la implementación de nuevas formas de compra en el Estado este año. Ellos consideran que esto alterará en forma negativa el desenvolvimiento habitual del mercado y abrirá la puerta para el monopolio o, peor aun, los negocios ilícitos.
El proceso de cambio en la forma de compra estatal se inició en el 2011 en el rubro de útiles de oficina y se ampliará este año primero a las impresoras (con sus suministros), luego a las computadoras y para fines de año a los combustibles, informó Augusto Effio, director técnico normativo de OSCE (Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado).
Según Effio, la primera experiencia fue exitosa porque se consiguió recoger gran variedad de empresas grandes y pequeñas en las 13.575 órdenes de compra de 822 empresas públicas por más de S/.100 millones. Recalcó además que el 56% de las 106 empresas que participaron en este primer proyecto fueron mypes y los beneficios fueron no solo para quien lideró las ventas (Tay Loy).
Sin embargo, Juan Vicente, gerente de la ensambladora local Infordata, discrepó con esta modalidad y aseguró que fueron solo los grandes vendedores de útiles quienes se beneficiaron del proceso y que esto también sucederá con las PC.
DEMASIADA LIBERTAD
El proceso de compra mediante catálogo virtual que se está planeando aplicar a las impresoras (la convocatoria ya se lanzó a fines de enero) y las computadoras (programada para mayo) consiste en crear un catálogo de oferta nacional en el cual las entidades estatales puedan elegir libremente la oferta que mejor satisfaga sus expectativas sin necesidad de realizar algún trámite adicional, detalló Effio.
Previamente, aclaró, el OSCE hace una preselección de candidatos de acuerdo con una serie de criterios técnicos generales e inscribe a las empresas que pueden quedarse en el catálogo por todo el año. “El objetivo es simplificar el trámite de compra en el Estado con una metodología que ya es muy usada en el ámbito internacional”, recalcó.
El problema de esta herramienta simplificada, añadió Juan Vicente, es que no se ejerce el debido control del proceso en cada compra y no hay límites que impidan los fraudes o la instalación de monopolios.
En el caso del sector informático, detalló, los fabricantes internacionales ofrecen un precio determinado a sus mayoristas porque manejan grandes volúmenes y ofrecen un precio un poco más alto a quienes manejan volúmenes mucho más pequeños. Entonces, aclara, cuando una pequeña empresa quiere participar del catálogo solo podrá tener un precio alto y tendrá menos oportunidades de ser elegido en todas las compras que el gran mayorista, mientras que cuando iba a un concurso podía negociar con el proveedor extranjero un mejor precio porque estaba licitando para una operación grande.
Además de que los grandes tienen más opciones de ganar, comentó, la falta de supervisión evitará controlar el uso de ‘bonos’ o ‘regalos’ a los funcionarios públicos para favorecer a un postor o los acuerdos de precio por debajo de la mesa.
Coincidió en estas preocupaciones Carlos Durand, gerente de Advance Computer, quien cree que se debe promover mecanismos para garantizar que las tiendas no compitan con los distribuidores mayoristas y las marcas, que podrían participar con ventajas comerciales de las que carecen las mypes, que tendrían que optar por no atender el Estado y atomizarían la oferta para el sector privado.
Solo el mercado de impresoras, que creció 40% el año pasado (860 mil unidades según Dominio Consultores), se verá afectado por esta nueva modalidad del OCSE y obligaría a recomponer la oferta.
Fuente El Comercio
