Pese a que la inseguridad ciudadana en Lima metropolitana es un problema incesante, el cual afecta a miles de ciudadanos diariamente, vehículos policiales destinados al patrullaje de las calles se encuentran en total desuso en dependencias del Rímac y San Juan de Lurigancho, lo que ha llevado a que se forme una especie de ‘cementerio’ de patrulleros.
Según una denuncia hecha en ATV Noticias, una importante cantidad de autos se encuentran abandonados en los exteriores de las comisarías de Flor de Amancaes (Rímac) y Mariscal Cáceres (SJL), con un letrero de “inoperativo recuperable”.
Con lunas rotas, llantas desinfladas, cámaras y sirenas malogradas, y cubiertos en polvo, los patrulleros inteligentes lucen un aspecto muy pobre, a pesar de que fueron adquiridos hace menos de cinco años para una vigilancia más óptima.
Los vecinos se mostraron preocupados por esta situación, la cual afirman que se ha extendido por varios años y que dificulta la labor policial en estas zonas, donde prima la delincuencia, la venta de drogas y, en las últimas semanas, el desacato a las medidas sanitarias por la pandemia de la COVID-19.
Ante este escenario, los policías aseguraron haber enviado una notificación en la que informan sobre el estado de los autos a su comando; sin embargo, no se les ha dado una respuesta. El caso ya estaría en investigación.
Asimismo, los efectivos de Mariscal Cáceres indicaron que un total de siete patrulleros se encuentran en esta situación. Aseguraron que desde el Gobierno no se les ha asignado un presupuesto para repararlos y que esto debe correr por su propia cuenta.
Fuente La República
