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Control y más control, por Gustavo Mohme Llona

Control y más control, por Gustavo Mohme Llona

La Contraloría General de la República inició una acción denominada Orientación de Oficio al Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares), una dependencia del Ministerio de Salud (Minsa), respecto a la compra de más de un millón de mascarillas descartables tipo N-95 para protección personal a un precio unitario superior al valor en el mercado, lo que representaría un sobrecosto de más de 4 millones de soles.

Esta operación de control se realizó luego de recibir la denuncia documentada de un ciudadano ante cuya acusación el Minsa respondió que el cargo era falso. Se ha demostrado que tanto la denuncia como los documentos son veraces, de modo que se ha esclarecido la existencia de un perjuicio al Estado.

Esta es la tercera alerta en relación a gastos o compras que el ente rector en materia de control realiza en esta coyuntura crítica. Previamente observó una operación de compra de pruebas rápidas que no se ajustaban a los estándares de la OMS, y luego la transferencia de recursos a los municipios para la entrega de víveres a los más pobres sin el correspondiente protocolo técnico que estandarice el gasto, con límites mínimos y máximos, una alerta que no ha sido escuchada con los resultados que ya estamos conociendo.

Es probable que si existe un momento más incómodo para el control, sea este, pleno de urgencias y dificultades, y en tal sentido se entiende cualquier molestia que ocasionen las acciones que procuren transparencia. Aun así, deben recordarse los antecedentes del auge de la corrupción pública de los últimos 30 años, donde el fin subestimaba a los medios, con los efectos ahora judicializados. Ha sucedido lo mismo con la prédica contra la llamada tramitología que impulsó la flexibilización de los procesos de control, una de cuyas consecuencias, por ejemplo, fue el pavoroso incendio en Villa El Salvador hace semanas, con el costo de decenas de vidas.

Como lo ha demostrado la reconstrucción en el norte del país, un control oportuno ayuda mucho, de modo que la lucha contra la pandemia no debe impedir que se desplieguen las acciones de control. Es, por lo tanto, un error que los poderes el Estado intenten imponer un odelo de autocontrol que ha demostrado ineficiencia.

Es pertinente que no se le coloquen cortapisas a la Contraloría, que se le estimule a emplear sus potencialidades sin restricciones de tiempo y recursos. Esta previsión debe tenerla en cuenta el Congreso a la hora de aprobar la norma específica de control para esta etapa.

Fuente La República

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