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Ejército reclama por compra de 5 aviones espía que no funcionan

Ejército reclama por compra de 5 aviones espía que no funcionan

ejercito_reclamaEstafa. El gobierno de Alan García los adquirió en secreto el 2010 por 3,5 millones de soles para captar imágenes diurnas y nocturnas de los campamentos y los desplazamientos de los terroristas del VRAEM, pero se encuentran inoperativos.

Cinco aviones espía de fabricación israelí adquiridos en el año 2010 para prestar servicios en la guerra contra Sendero Luminoso en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) se encuentran en condición de inoperativos porque no satisfacen las exigencias técnicas del Ejército.

Desde que llegaron al país,  las aeronaves no han salido a cumplir con la misión de identificar el desplazamiento y la ubicación de los terroristas, de acuerdo con un reciente reporte reservado del Servicio de Comunicaciones del Ejército (SCOME).

Debido a la gravedad del incidente, el SCOME informó del hecho a la Comandancia General del Ejército, que a su vez lo elevó al Ministerio de Defensa, el cual dio cuenta de lo sucedido a la Contraloría General de la República para determinar si se trata de un caso de estafa.

El Ejército ya canceló el costo de 3 millones 516 mil 800 soles por las cinco aeronaves conocidas como Vehículo Aéreo no Transportado (UAV, por su denominación en inglés: Unmanned Aerial Vehicle).

CIEGO ANTE EL ENEMIGO

De acuerdo con fuentes del Ejército, la adquisición de los UAV se efectuó por recomendación de los asesores de la compañía israelí Global CST, con el propósito de obtener inteligencia sobre el movimiento de los terroristas y detectar sus campamentos de refugio.

Los UAV, acondicionados con el sistema Forward Looking InfraRed (FLIR), un conjunto de cámaras infrarrojas para operaciones diurnas y nocturnas, son vitales para las operaciones de inteligencia de los comandos en el Vraem.

El 28 de abril del 2010, la compañía intermediaria española Proyectos Sarosca vendió el equipamiento de origen israelí por 1 millón 927 mil 600 soles. Y el 10 de diciembre del mismo año, la firma israelí Innovative Control Solution (Innocon) obtuvo la buena pro por 1 millón 589 mil 200 soles.

Gracias a estos contratos por 3 millones 516 mil 800 soles, el Ejército obtuvo tres UAV Orbiter II, fabricados por la empresa Aeronautics Defense System, y dos Micro Falcon, de la compañía Innocon.

Según el informe del jefe del Servicio de Comunicaciones del Ejército, coronel EP Richard Tineo Quispe, ninguna nave hasta el momento se encuentra en condiciones operativas.

En el caso de los UAV Micro Falcon, según el jefe del Servicio de Comunicaciones del Ejército, «no satisfacen los requerimientos técnicos solicitados por el usurario, ya que desde su puesta en funcionamiento durante el periodo de capacitación estipulado en el contrato de adquisición […] sufrió siniestros cuyas consecuencias han originado que no se disponga de estas (aeronaves)».

Lo peor de todo es que el Batallón de Inteligencia del Vraem, informó el coronel Richard Tineo Quispe, «emitió un acta de conformidad» de los UAV cuando en realidad no estaban operativos. Por el contrario, debió rechazar las aeronaves.

De acuerdo con el informe del jefe del Servicio de Comunicaciones del Ejército (SCOME), este reclamó a la empresa israelí Innocon por la deficiencia de las aeronaves, ante su representante en el Perú, Manuel Del Pino Goicochea, y le advirtió que si no resolvía el problema demandaría por incumplimiento del contrato. Del Pino contestó que ya no era el representante de Innocon, «lo cual es un indicio de que trataría de eludir su responsabilidad legal, por cuanto el problema generado debería asumirlo, como representante de Innocon, conforme a las normas legales vigentes», informó coronel Richard Tineo.

La empresa Proyectos Sarosca vendió tres UAV Orbiter II de la empresa israelí Aeronautics Defense System. Tampoco resultó una buena compra.

Cuando se practicó la prueba de una aeronave, que debería volar sin problemas por cuatro horas, «el avión voló menos y además se encontraba con una cámara para operaciones nocturnas porque la cámara de vuelos diurnos se encontraba deteriorada».

Fuentes de la Contraloría confirmaron que investigan este caso para establecer responsabilidades, ya que, según el informe del coronel Richard Tineo, ni los Orbiter II ni los Micro Falcon calzaban con las especificaciones técnicas. Se compró cualquier cosa.

EN CIFRAS

1,9 millones de soles costaron los tres UAV Orbiter II que vendió Proyectos Sarosca.

1,5 millones costaron los dos UAV Micro Falcon que vendió la israelí Innocon.

5 unidades UAV compró en total el Ejército en el 2010 para inteligencia en el Vraem.

Fuente La República

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