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En el Perú, es fácil ser corrupto

En el Perú, es fácil ser corrupto

La limitada visión de muchos políticos y “opinólogos” impide que los peruanos tengamos presente que las normas no realistas, difíciles de cumplir o que no plasman la función para la que fueron dadas, generan corrupción, razón por la que esta (la corrupción) se combate sancionando a los corruptos y evitando que existan normas que la generen.

Con razón, una norma exigía tener permiso para instalar lunas negras en las puertas delanteras de los autos, luego, sin importar que muchos autos venían con las lunas posteriores, no las delanteras, oscuras, se cambió la norma de manera que el permiso era necesario para los autos que tenían negra cualquiera de sus lunas. Gracias a este innecesario cambio aparecieron “tramitadores” que, entregándole S/ 1,500, la copia de la tarjeta de propiedad y del DNI del propietario, obtenían el permiso oficial en solo 48 horas. Este cambio creó corrupción sin establecer el control que supuestamente buscaba la norma.

Por ser diferentes, el esfuerzo por lograr desarrollo socioeconómico y el necesario para disminuir la corrupción, deben ir por cuerdas separadas. Digo disminuir la corrupción y no eliminarla, porque en un mundo imperfecto como el nuestro, jamás se eliminará.

Existen miles de realidades, una de ellas es que la minería y el petróleo generan más corrupción que la agricultura porque las primeras pagan mucho más impuestos y regalías que enriquecen al Estado. Es este enriquecimiento estatal y no las empresas, lo que genera más corrupción. Por ello, la anticorrupción en un país minero, como el que hoy somos, requiere más esfuerzo que en un país agrícola, como el que fuimos.

En la Hong Kong inglesa, la lucha contra la corrupción tuvo éxito porque, a diferencia de nosotros, además de sancionar al corrupto, analizaba la normatividad para determinar que normas, porque generaban corrupción, debían ser derogadas o perfeccionadas. En el Perú, hemos encontrado corrupción en el sector construcción que el Estado contrata; sin embargo, el Congreso solo ha creado comisiones que buscan sancionar a los corruptos y no ha constituido una que analice la normatividad con el fin de modificar o derogar las normas que la han generado o facilitado.

Hong Kong desalentó la corrupción haciendo que ser corrupto sea cada vez más difícil, el Perú la alienta dictando normas que crean condiciones que hacen fácil ser corrupto.

Fuente Diario Expreso

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