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Las tácticas de “Los Corchines” para ocultar sus actos ilícitos

Las tácticas de “Los Corchines” para ocultar sus actos ilícitos

La Fiscalía califica una de las prácticas atribuidas al suspendido alcalde de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, como “típico y cotidiano en una organización criminal”. Esto como parte de los elementos de convicción para solicitar la prisión preventiva contra 10 de los implicados en el caso “Los Corchines de la Corrupción” o “Los Temerarios del Crimen”.

Mientras tanto, ayer, continuó la audiencia en la que se debate el pedido hecho por la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada (Fecor) de Lambayeque, despacho que requiere la citada medida coercitiva por el plazo de 36 meses.

Esta vez, la discusión giró en torno a las imputaciones contra otros cuatro investigados: Alfredo Montenegro Bermeo (exregidor), Isaías Merino Chavesta (exgerente de Desarrollo Vial y Transporte), Daniel Coronado Tarrillo (exgerente de Asesoría Jurídica) y Waldramina Charito Aguilar Cueva (considerada la “mano derecha” del presunto lugarteniente de la banda, Noé Cornejo Chinguel).

CELULARES

La Fecor sostiene que el cabecilla de esta supuesta red delictiva no sería otro que David Cornejo Chinguel. Entre los elementos de convicción que juegan en contra de este último, figura ahora el testimonio de la testigo Susana Esther Culqui Pacaya, recogido el pasado 2 de diciembre.

Susana Culqui, como se recuerda, ocupó el cargo de gerente de Coordinación de Alcaldía en la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh) y fue detenida el último jueves al incluirse su nombre en la segunda lista de investigados por el caso, junto con el alcalde electo de Olmos, Willy Serrato Puse, y otros.

De acuerdo al requerimiento de prisión preventiva, Culqui Pacaya señala en su declaración, como respuesta a la pregunta 9, que “cuando el alcalde David Cornejo Chinguel, tenía reuniones con funcionarios, regidores, empresarios y otros, se les retenía los celulares con la finalidad de que no graben y dichas reuniones no sean difundidas en medios de comunicación”.

Para el Ministerio Público, esto revelaría que el suspendido burgomaestre se cuidaba de no ser grabado cuando sostenía reuniones en su oficina de la MPCh. Para esto, habría tenido como práctica habitual el quitarles sus celulares antes de ingresar, algo que, según los fiscales, “es típico y cotidiano en una organización criminal dedicada a este rubro”.

TRANSPORTE

Pero al parecer esta no sería la única práctica adoptada por “Los Temerarios del Crimen” para mantener sus movidas en secreto. Se conoce que el sector transporte fue también una de las “minas de oro” para la supuesta banda criminal, donde habrían tenido especial importancia Noé Cornejo Chinguel (hermano del exalcalde) y “mano derecha”, Charito Aguilar Cueva.

Ambos, precisamente, son sindicados de coordinar el cobro de distintas sumas de dinero a empresas de transporte, tanto para tramitar licencias, anular papeletas o no asediarlas con operativos. Esta vez, sin embargo, se menciona que también habrían intentado amedrentar a un posible delator.

De acuerdo a la información recabada por la Policía, se trata de Walter Inoñán Arbaiza, inspector de tránsito, quien sindica a Noé Cornejo y Charito Aguilar por presunta agresión física y secuestro. Al parecer, ambos habrían pensado que Inoñán podía dar información sobre lo que estaba ocurriendo en la MPCh.

Para la Fecor, esta situación “acreditaría el grado de peligrosidad de los integrantes de la organización criminal (…), quienes obstaculizarían la administración de justicia a través de la compra de testigos y agraviados”.

SOBORNOS

Una conclusión similar extraen los fiscales ante la información recogida por la Policía el mismo 29 de noviembre de este año (fecha en que fue desarticulada la aparente red delictiva), donde se detalla que “uno de los hijos del alcalde David Cornejo Chinguel y otras personas relacionadas (…), se encontraban visitando a gerentes de empresas de transporte que fueron favorecidas con resoluciones”.

Esto, según continúa el requerimiento, “con la finalidad de sobornar, para que cuando sean llamados a declarar por la Fiscalía y/o Policía, estos nieguen sobre presuntos hechos de corrupción, realizados por funcionarios de la municipalidad”.

AUDIENCIA

Ayer, tanto la Fecor como la defensa de cuatro de los implicados en el caso, sustentaron sus respectivas posiciones ante la jueza Cecilia Grandez Rojas, del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Chiclayo. Durante la continuación de la audiencia que inició el último viernes, la defensa del exregidor Alfredo Montenegro Bermeo hizo énfasis en que este último reconoció haber cometido hasta tres hechos irregulares.

Tal como recoge, también, el requerimiento fiscal, Montenegro confesó haber aceptado dinero a cambio de interceder por su amigo Estuardo Chávez para que este consiga la buena pro de la obra de la avenida Quiñones. El exconcejal dijo que Chávez le entregó 30,000 soles en un primer momento; luego, le haría llegar 40,000 soles y, finalmente, le depositaría otros S/ 3,000 en una cuenta bancaria.

Montenegro también reconoció haber favorecido a empresas de transporte con la ejecución de operativos a cambio de dinero y, de similar manera, haber apoyado a un conocido que buscaba obtener permiso para instalar un panel publicitario.

La defensa de Montenegro calificó estos hechos como “aislados” y sostuvo que en ningún momento se realizaron como parte de una organización criminal. Con este y otros argumentos, buscó demostrar la disposición del exregidor a colaborar con la justicia, algo que, no obstante, fue rebatido por los representantes de la Fecor.

La audiencia continuó en horas de la tarde, con el debate en torno a Isaías Merino Chavesta y Daniel Coronado Tarrillo. Sin embargo, debido a la hora, tuvo que ser suspendida y quedó en espera la discusión sobre los hechos atribuidos a Charito Aguilar.

Fuente Diario Correo

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