Localidades de la región Arequipa en los últimos días soportan fuertes precipitaciones frecuentes en esta época, pero no en aquellas ubicadas en la franja costera, como: Caravelí, Camaná e Islay, donde la población fue sorprendida por este fenómeno natural, dejando daños en viviendas, locales públicos y otros.
Pese al corto tiempo de lluvias, una vez más la población es testigo de un problema que ocurre siempre, como es el deterioro de calles y avenidas, las mismas que presentan deterioros y huecos, convirtiéndose en peligro tanto para vehículos como peatones que corren el riesgo de sufrir accidentes.
Esta situación se da en distritos céntricos como de la periferia de la provincia, poniendo al descubierto obras de asfalto y pavimento realizadas de manera deficiente a cargo de gobiernos municipales.
El círculo vicioso vuelve a presentarse, pues ante la necesidad de parchar huecos en las vías, cada gestión edil recurre a recursos públicos para financiar trabajos de manera urgente y que duran pocos días. Es decir, una oportunidad para que ciertos personajes públicos gasten dineros en labores ejecutadas por administración directa y antes de ser solución al problema, son simples remedios.
Sería bueno que los órganos de control interno supervisen mejor este tema y certifiquen la calidad del asfaltado y pavimento que usan en las vías.
Arequipa hoy es una ciudad bombardeada, con calles llenas de huecos y obras recién inauguradas resultaron afectadas por las lluvias. Recién estamos en el primer mes de lluvias y según algunos pronósticos, las cosas empeorarán en febrero y marzo. A tomar las previsiones.
Fuente Diario Correo
