Además del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), la Contraloría General de la República ha encontrado más indicios de direccionamiento e irregularidades en el fenecido proceso de contratación de una empresa constructora para el hospital Rafael Ortiz Rabines de Juli.
Si bien ya todo está anulado, esta información es importante para conocer la actuación del Comité de Selección de este importante proyecto.
En primer lugar, resulta llamativo que el presupuesto de S/ 165 millones, determinado en marzo del 2022, se haya actualizado a un total de S/ 181 millones 714 mil 271 el primero de agosto del 2023, es decir, más de S/ 15 millones de incremento en poco más de un año.
Asimismo, se encontraron otros detalles que concuerdan con las observaciones del consejero regional por Chucuito-Juli, Abad Vizcarra Estrella, quien señaló que habría direccionamiento en las bases del concurso.
La Contraloría advirtió, en efecto, que no corresponde solicitar como equipamiento oficinas locales y espacios específicos; de igual modo, que no se pueden pedir años de antigüedad y algunas condiciones que no figuran en el expediente técnico, cosa que, sin embargo, se hizo.
Hay detalles aparentemente inocentes, pero que suscitan sospechas, como el hecho de que en las bases administrativas no se incluya el numeral de requisitos de calificación, lo cual es importante por la información vital que contiene para las empresas postoras.
Más sospechoso aún es que se haya programado solamente un día para la solución de consultas y observaciones, tratándose de un proyecto sumamente complejo. dando pie a más dudas sobre la imparcialidad del comité de selección.
Fuente Los Andes
