En el marco del caso Odebrecht, que involucró sobornos a ex funcionarios peruanos de la constructora brasileña, el director ejecutivo de Proética, Walter Albán, declaró a La República que el grueso de las empresas que actúan en el país no tienen un compromiso para erradicar la corrupción y peor aún –dice– da la impresión de que se han amoldado a la situación.
“El ejemplo más reciente es que una constructora, de las dimensiones de Odebrecht y las otras que han estado vinculadas a ella, ha sofisticado los mecanismos de corrupción para poder actuar con mayor posibilidad de obtener resultados lucrativos a su favor, y así han perjudicado muchísimo al país”, dijo.
NIVELES DE CORRUPCIÓN
Asimismo, Albán agregó que el Estado, que es quien entrega las obras y los contratos, debe comprometerse a establecer una regulación para las empresas.
Por otro lado, el también ex ministro del Interior expuso que dado que la corrupción se ha afianzado en varios sectores de nuestra gobernabilidad, el Congreso de la República debe trabajar rápido la tan ansiada reforma electoral, sobre todo porque las elecciones regionales del 2018 están cerca.
“Tenemos la comprobación de que este no es un problema menor, pues hay dos ex presidentes en la Diroes, y por tanto hay que atender una estrategia para combatirla poniendo el énfasis en los niveles más altos”, aseveró.
Además exigió que los entes electorales, como la ONPE y el JNE, puedan tener un rol más proactivo en las sanciones a los infractores.
Dichas palabras las brindó en el evento organizado por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal), donde se explicó la importancia del ISO 37001 para combatir la corrupción, como parte de las celebraciones por su segundo aniversario.
LA CLAVE
Por su parte, la presidenta ejecutiva de Inacal, Rocío Barrios, indicó que la percepción en la ciudadanía sobre la corrupción en el país nos ubica en el puesto 101 de 109 países. Esta situación, dice, debe superarse con un trabajo en todos los niveles del Estado.
Fuente La República
