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Presidente CADE: “Reconstrucción debió ser más técnica”

Presidente CADE: “Reconstrucción debió ser más técnica”

En entrevista con El Tiempo, el presidente del CADE Ejecutivos 2018, Gonzalo Aguirre, comparó las estrategias deficientes usadas en la reconstrucción de Piura e Ica tras los desastres naturales, con la estrategia que se está empleando para los Juegos Panamericanos -detalles que se conocerán en el CADE-. Indicó que la Reconstrucción debió ser más técnica que política, evitando la atomización del presupuesto, factor que marcó el fracaso de De la Flor.

–¿Cómo es posible que se esté aplicando una mejor metodología para los Juegos Panamericanos, mientras la Reconstrucción fue un fracaso?

–Ica, tras el terremoto de 2007, y Piura, tras El Niño Costero de 2017, tuvieron líderes importantes: Julio Favre (Ica) y Pablo de la Flor (Piura). En ambos casos se decidió trabajar a través de los alcaldes, cuyo problema no es la calidad, sino la cantidad. Son Regiones diferentes, cada una con consejeros regionales, luego están los alcaldes provinciales y distritales. El presupuesto se atomizó en varias autoridades: cada una tiene una parte del presupuesto y de la responsabilidad, diluyendo las posibilidades de éxito porque se tiene demasiados actores en un tema de emergencia.

–¿Por qué considera un problema la participación abundante de autoridades?

–Son muchos actores queriendo hacer muchas cosas muy rápido y no necesariamente están preparados para enfrentar un evento de este tipo. Pero si un comité muy chico y experto concentra el poder y el dinero, trabajará de manera más eficiente. A mi juicio, no importa contentar a la autoridad local, sino al ciudadano. Aquí se trata de lo que sea más eficiente, no de lo políticamente correcto. Cuando tienes personas cuya casa se cayó, no importa que el alcalde se tome la foto y diga que él reconstruyó la cuadra, sino que interesa resolver rápido el problema del ciudadano.

–¿Concentrar el poder en un comité reducido podría traer algunos problemas de centralismo?

–No porque solo es una medida temporal para la emergencia. Nombras un equipo de los mejores expertos para este tema y les das poder, recursos y un plazo de un año. Deben beneficiar al ciudadano al menor costo y lo más rápido posible. Pero si ese equipo debe trabajar con todas las autoridades y darles parte del presupuesto: caos absoluto.

–¿Por qué considera que esta modalidad sería la causante del caos absoluto del que habla?

–¿Por qué me das 15 mil, si a mí me tocan 20 mil”, “¿Por qué no reparan primero mi puente?”. Es un tema de necesidades del país, no de ese alcalde. Hay que negociar con cientos de autoridades y se entrampa todo el proceso. Y no falta que alguno te denuncie.

–Usted parece ser algo crítico de las funciones que cumplen los alcaldes…

–No, lo que critico es la estrategia en un caso de emergencia. ¿Qué hizo el Estado con Ica y Piura? Les asignó cabezas buenas, pero igual fracasaron. Hay que aprender, hay que ser autocríticos: pueden ser alcaldes o gobernadores maravillosos, pero si hay que negociar con 50… Todos tendrán puntos de vista distintos porque deben rendirle cuentas a sus distritos. Cuando se desmenuzan el presupuesto y el tiempo, se generan mil conflictos porque todos tienen intereses distintos.

–¿Qué se busca demostrar con la celebración de los próximos Juegos Panamericanos?

–Esa estrategia es totalmente distinta: se dio un órgano central, recursos y un plazo definido. Es mucho más eficiente y debe ser un modelo a seguir para los siguientes desastres naturales. Entiendo la dificultad de un alcalde para, con los recursos limitados, brindar a la población todo lo que necesita, pero en casos de emergencia no debería decidirse en función de la estructura política que haya, sino en función de los ciudadanos afectados. Se busca al experto según la condición: tratar de hacerlo a través de una estructura que no está diseñada para ello es un error y el Perú lo cometió dos veces claramente.

–Algunas opiniones del momento versaban sobre la excesiva tecnocracia de Pablo de la Flor, indicando que le faltaba un mayor perfil político para desempeñar las funciones que le asignó el Gobierno.

–Creo que el sector público debe ser meritocrático y muy técnico porque tiene responsabilidades específicas. Pero los ministros, si bien deben conocer su sector, necesitan un perfil más político porque tienen que defender las decisiones de gobierno que, a veces, no se interpretan o no se conocen; deben estar ante la prensa, dar explicaciones, interactuar con la sociedad misma. Necesitan habilidades blandas muy fuertes para saber negociar, comunicar, asumir riesgos y dar la cara. Pero debajo del ministro, la función es mucho más técnica.

–Las habilidades blandas que mencionó se asemejan al perfil que necesita un empresario. A propósito de ello, el CADE busca mayor involucramiento del empresariado en la política. ¿Cómo pueden lograr un liderazgo si los peruanos consideran a este sector como uno de los más corruptos?

–En la lista de la percepción ciudadana con respecto a los segmentos de la sociedad y la corrupción, los primeros son el Poder Judicial y el Congreso, y el empresario es el quinto. En todas las esquinas del país hay corruptos y el empresariado debe construir una mejor realidad y una mejor imagen de sí mismo: tenemos la iniciativa de constituir el grupo “Empresarios por la integridad” para que estos se comprometan personalmente a avalar un esfuerzo por erradicar la corrupción de sus empresas. Habrá alguna empresa que, a pesar de haber participado en esto, cometa actos corruptos: lo mostraremos públicamente y lo separaremos porque la condena social es necesaria.

Fuente El Tiempo

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