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“¿Por qué somos corruptos?”, por Jimena de la Quintana

“¿Por qué somos corruptos?”, por Jimena de la Quintana

Las definiciones que existen sobre corrupción son similares, no así el examen de su origen, es decir, por qué esta se presenta en las sociedades. Y ese es el gran obstáculo, pues para encontrar una solución a este problema debemos entender primero cómo nace.

Roberto de Michele, especialista principal de la División de Capacidad Institucional del Estado del BID, explica en un artículo dos teorías sobre por qué las personas infringen la ley: la de Gary Becker, Premio Nobel de Economía, que sostiene que quienes lo hacen realizan antes un análisis costo/beneficio,  comparan lo que pueden obtener violando la ley frente al castigo. Así, se implementan políticas públicas que “aumentan el costo del delito para romper el equilibrio”.

La otra teoría que Michele menciona proviene de la economía del comportamiento. Dan Ariely señala que un análisis del entorno de la persona responde a por qué se violan las leyes. Michele también cita a Jason Dana, George Lowenstein y Roberto Weber, quienes sostienen que “las personas tienen una habilidad increíble para racionalizar el comportamiento antiético”. El autor señala que quienes creen en ello promueven políticas públicas para implementar “herramientas con el fin de incentivar a las personas para que hagan lo correcto”.

En el Perú, Enrique Ghersi en “Economía de la corrupción” sostiene que esta es un problema de costos y beneficios. Dice que “tomamos la corrupción como una causa, cuando es un efecto… creemos que lo que ocurre es que, como somos demasiado corruptos, no funciona el sistema, no funciona la democracia y no funciona la ley; cuando es exactamente al revés”. Para Ghersi  “cuando el costo de la legalidad excede a su beneficio, la ley se incumple”.

Creo que el tema ético y moral es un factor también determinante que entra a tallar y se suma a los factores de análisis descritos. De hecho, este aspecto es abordado también por el autor. Pienso que los valores y la educación tienen también, más allá de la ley, un factor predominante en la decisión que cada individuo toma y por ello creo en una cultura ética como política de Estado. Tras el “negociazo” de Moreno, hacer un examen del origen de la corrupción es central para este gobierno que prometió que luchar contra ella sería una de sus prioridades.

Fuente El Comercio

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