El secretario general del Sindicato de Empleados de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), Rafael Márgaret, expresó su preocupación por el desarrollo de las investigaciones por presuntos hechos de corrupción a cargo del Ministerio Público, pues señaló falta celeridad en las diligencias,
El dirigente enfatizó que existe un abanico de denuncias que luego formalizaron en investigaciones en la Fiscalía Anticorrupción y Fiscalía Penal contra el alcalde Marco Gasco, regidores, funcionarios y empresarios.
Márgaret mencionó el proceso investigativo contra el coordinador de alcaldía, Darío Ramos, por el ilícito de colusión por el alquiler de una camioneta a S/ 37.000 en un plazo de cinco meses.
“La denuncia se formuló en enero de 2021 en la Fiscalía Anticorrupción, pues se habría beneficiado a una persona natural con el alquiler de vehículo; además, se pretendió cancelar dicho monto con un recibo de honorario, lo que está prohibido por la norma”, aseveró.
Caso Veolia
A su turno, el abogado Germán Vásquez coincidió con Rafael Márgaret al cuestionar la demora de las investigaciones. Por ejemplo, indicó el caso Veolia que data de abril de 2019.
“Son dos años los que transcurrieron, pero se evidencia retraso en las investigaciones que son responsabilidad de la Fiscalía Anticorrupción. El informe de la Contraloría General, el cual es preciso y contundente, no fue valorado en su magnitud por la fiscal responsable (Karim Ninaquispe)”, expresó a La República.
Cabe indicar que este último caso está referido a la contratación de dicha empresa para la gestión de residuos sólidos, sin embargo, la Contraloría determinó que habría un presunto direccionamiento de la Contratación Directa n.° 01-2019 por S/ 1 896 850.
Alquiler de autos
Asimismo, los regidores de minoría exigieron que los fiscales sean diligentes para conocer los resultados de las investigaciones, tal es el caso del alquiler de autos durante la emergencia sanitaria. “Se espera una atención oportuna e imparcial de la autoridad fiscal”, anotó el concejal Percy Espinoza.
Fuente La República
