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¿Existe alguna estrategia anticorrupción? Por Luis Garcia Miró Elguera

¿Existe alguna estrategia anticorrupción?  Por Luis Garcia Miró Elguera

Que algún implicado en cualquier delito intente remover cielo y tierra –incluyendo el cambio de su juzgador porque exhibe antecedentes de rigurosidad- es práctica común. Para eso disponen de los códigos judiciales pertinentes. Pero de ahí a que un batallón de probables imputados por un mismo crimen –el affaire Odebrecht- pretenda hacer lo propio ejerciendo el chantaje mediático -solventado con dinero bajo la mesa- existe una distancia insalvable. Peor aún si para ello recurren al apoyo político. Y muchísimo más grave todavía, si apelan al gobierno de turno para respaldar tamaña barbaridad.

EXPRESO publicó ayer un informe revelando la existencia de una estrategia soterrada para remover al valeroso magistrado Richard Concepción Carhuancho, titular del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, responsable de procesos penales que involucran a dos ex presidentes: Alejandro Toledo y Ollanta Humala, incluyendo a la esposa de éste último. Mauricio Mulder –potente y siempre informado congresista aprista- y Víctor Andrés García Belaúnde –enérgico y también enterado parlamentario acciopopulista- son las fuentes de mencionado reportaje de este periódico. De modo que no se trata de alguna lucubración superficial sino de una historia posible. Sigamos el relato de ambos. Según Mulder, “Tal como últimamente fueron retiradas de la Procuraduría las abogadas Julia Príncipe y Katherine Ampuero, el siguiente en perder su cargo será el juez Richard Concepción Carhuancho (…) debido a que existe una coalición que quiere tumbarse el sistema anticorrupción y a los magistrados que por su imparcialidad pueden serle incómodos al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (…) Yo creo que hay una ofensiva promovida por diversos sectores, en un caso el gobierno por lo sucedido con las procuradoras y en otro el poder Judicial”. (Esto último) “es una ofensiva que la encabeza Duberlí Rodríguez” (presidente de la Suprema, quien con tufillo parcializado insinua que si se presentaran 100 procesos penales en los cuales el fiscal requiere al juez prisión preventiva, 90 deberían ser rechazados), “para favorecer a Ollanta Humala, quien ha manifestado que el juez Richard Concepción Carhuancho es un ´carcelero´”. Remata García Belaúnde: “Odebrecht sigue poniendo ministros, procuradores, contralores (…) Estamos ante un gobierno de economistas y empresarios comprometidos con negocios y negociados con empresas que han cometido delitos y corruptelas; pero eso no les interesa mucho. (…) (Según la ministra Pérez Tello, la destitución de la ex-procuradora Ampuero) fue porque no cuidó la cadena de pagos de Odebrecht. Esa es su frase, ese su objetivo. Pero lo importante para el Perú no es la cadena de pagos sino la cadena de delitos (…) (la ministra) prioriza el dinero al delito. El interés pecuniario de una empresa, de algunos acrredores o proveedores está por encima del delito”.

A estas alturas, resulta indispensable que el gobierno dé señales claras sobre cuál es su estrategia para encarar y combatir la corrupción, de la misma manera que el poder Judicial debe ponerse a la altura de las circunstancias exorcizando aquellos demonios que pretenden torcerle al brazo a la lucha frontal contra la podredumbre. Apostilla. Frases como la pronuniciada por Dubreli Rodriguez resultan altamente preocupantes.

Fuente Diario Expreso

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