Con nombre propio. CCFFAA formuló la necesidad de asesoramiento en la lucha contra el terrorismo después de que la compañía Global CST visitara las bases militares contraterroristas del Vraem y presentara una propuesta por 9,6 millones de dólares.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas no había previsto contratar a una compañía extranjera para la asesoría y el adiestramiento de los comandos que luchan en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), ni tampoco contaba con presupuesto asignado para dicha finalidad, ya que no existía el requerimiento.
Recién formuló la necesidad de contar con los servicios de una firma foránea después de que el presidente de Global CST, el general retirado Israel Baruch Ziv, atendiera una invitación del jefe del Comando Conjunto, general EP Francisco Contreras Rivas, de acuerdo con documentos secretos a los que tuvo acceso La República.
Sin que existiera una licitación o un proceso de contratación de empresas del extranjero, como corresponde en este caso, entre el 11 y el 17 de mayo del 2009 el general Ziv estuvo en el Perú con un equipo de siete miembros de Global CST.
SERVICIO COMPLETO
Ziv y sus hombres mantuvieron reuniones secretas con altos mandos del Comando Conjunto, la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), la Dirección de Inteligencia de la Policía Nacional (Dirin), la Región Militar del Vraem (RMV) y visitaron varias bases contraterroristas en la zona de guerra.
Luego de levantar información sobre la lucha en el Vraem, el 10 de junio del 2009 el general Ziv, a nombre de Global CST, formalizó su propuesta al Comando Conjunto “para la modernización y mejoramiento de sus capacidades de lucha contra el terrorismo, estrategia y concepto de operaciones”. Pidió por el trabajo 9,6 millones de dólares.
El Comando Conjunto franqueó el acceso a Global CST a los cuarteles, sin que hubiera de por medio el requerimiento de la asesoría extranjera. Tampoco tenía presupuesto para tal fin. Semejante privilegio no lo recibió otra compañía.
El 11 de julio, Rafael Rey Rey reemplazó a Flores Aráoz como titular del Ministerio de Defensa, pero el cambio no modificó el curso de la contratación de Global CST.
El 21 de julio, a los pocos días de haber asumido la jefatura del Estado Mayor del Comando Conjunto, el vicealmirante Reynaldo Pizarro Antram, sustentándose en un requerimiento del jefe de la División de Inteligencia del Comando Conjunto, contraalmirante Rodolfo Reátegui Rodríguez, planteó la contratación de una compañía extranjera especializada en guerra contra el terrorismo.
El contraalmirante Reátegui, autor del requerimiento de la contratación de una compañía extranjera, precisamente fue uno de los oficiales que acompañó al jefe del Comando Conjunto, general Francisco Contreras, en la primera entrevista con el general Israel Ziv, el 1° de mayo del 2009.
A LA MEDIDA
La descripción del tipo de requerimiento que demandó el jefe de Inteligencia del Comando Conjunto, contraalmirante Reátegui, calzaba perfectamente con la propuesta de asesoría que pocas semanas antes había presentado Global CST. Era notoria la fuente de inspiración de Reátegui.
La solicitud tenía nombre propio: “(Considerar) la contratación de una asesoría especializada con experiencia en el entrenamiento de fuerzas militares en el combate exitoso contra organizaciones guerrilleras/terroristas en países latinoamericanos […]”. La única que coincidía con esos detalles era Global CST.
Por eso, el jefe del Comando Conjunto, el general Francisco Contreras, aprobó en el acto, el mismo 21 de julio, el pedido de contratación porque sabía de primera mano que se trataba del servicio ofrecido por Global CST.
Con llamativa rapidez, el 31 de julio del 2009, el general Contreras pidió al ministro de Defensa, Rafael Rey, una “asignación del presupuesto para el asesoramiento de entrenamiento”, documento que evidencia que el Comando Conjunto carecía de fondos para dicho servicio que recién se generó cuando Global CST entregó su propuesta.
Tanto es así que en el oficio que dirigió Contreras a Rey, el jefe del Comando Conjunto requirió 9,6 millones de dólares, monto que es precisamente el que Global CST fijó por sus servicios, en su propuesta del 10 de junio.
Cuando todo ya estaba organizado con nombre propio, el 11 de septiembre, el general Contreras solicitó al ministro Rey que gestionara ante la Contraloría General de la República “la exoneración y contratación con carácter de Secreto Militar una consultoría y asesoría especializada para el mejoramiento de las capacidades de Operaciones e Inteligencia de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo”. ¿Con qué empresa? Con Global CST, presidida por el general Israel Ziv.
El proceso estaba a tal punto amarrado con Global CST, que una competidora, la israelí Armaz Group, retiró una propuesta que había presentado al Comando Conjunto.
El 10 de agosto, el director de Armaz Group, Arie Mizrachi, informó al general Francisco Contreras que dejaba sin efecto su proyecto porque «nos hemos dado cuenta de que en el tema de la actividad por desarrollar en la zona del Vraem, existe la preferencia de ustedes por trabajar con una empresa de experiencia única en un país vecino». Se refería a Global CST. Armaz Group sacó cuerpo porque detectó que todo estaba armado.
CONTRERAS DIJO QUE DEFENSA LE AUTORIZÓ LA FIRMA
El ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general (r) Francisco Contreras, afirmó ante la Comisión de Fiscalización del Congreso que recibió la autorización del Ministerio de Defensa para la firma del contrato con la empresa israelí Global CST. Así, la responsabilidad recaería sobre el entonces ministro de dicha cartera, Rafael Rey Rey.
En la sesión de ayer, que tuvo el carácter de reservada, el general Contreras dio mayores detalles del contrato, ante lo cual el titular del grupo de trabajo, Gustavo Rondón, dijo que se citaría nuevamente al ex ministro Rafael Rey para que aclare algunos puntos.
Rey intentó participar nuevamente en la sesión reservada de la comisión, pero algunos congresistas le advirtieron que no era posible.
La Comisión de Fiscalización volverá a sesionar mañana. Gustavo Rondón indicó que ya se tiene listo el proyecto de informe sobre el caso de Alexis Humala y su relación con la empresa Krasny del Perú, por los contratos con el Estado.
EN CIFRAS
9,6 millones de dólares pidió Global CST por sus servicios.
6,8 millones de dólares solicitó Armaz Group por su propuesta.
40 millones de soles es lo que el Estado gastó por la contratación de Global CST.
Fuente La Republica
