El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Salvador Heresi, demandó al director nacional del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Carlos Vásquez Ganoza, aplicar sanciones severas para funcionarios y agentes inmersos en actos de corrupción.
Recientemente, el establecimiento penitenciario de Qenqoro del Cusco estuvo en el ojo de la tormenta, por el hallazgo de una granada de guerra tipo piña y el intento de fuga del reo Antonio Montoya López. El interno por tráfico ilícito de drogas pretendía huir del reclusorio vestido de mujer y, según las investigaciones preliminares del Ministerio Público, habría contado con apoyo de algunos agentes.
Durante su visita a Cusco, Heresi reveló que doce funcionarios fueron separados de manera temporal de la institución por el intento de fuga del recluso Montoya, tras la apertura de un proceso administrativo-disciplinario.
“Hemos dado instrucciones precisas al director del Inpe para que se sancione con severidad cualquier acto de corrupción”, aseveró.
El titular de la cartera de Justicia aseguró, además, que la Procuraduría Pública, que depende del Ministerio de Justicia, también velará por que estos funcionarios, en la vía penal, reciban una condena ejemplar.
Destacó que se impondrá el principio de autoridad en el penal del Cusco, “hay avances importantes, pero hay temas que se dan y deben ser sancionados con severidad”.
En torno a la investigación a exfuncionarios de la Oficina Regional Sur Oriente del Inpe Cusco, por solicitar presuntamente dinero o “colaboraciones” a empresarios, a cambio de beneficiarlos en los procesos de selección para proveer alimentos al recinto penitenciario, exigió celeridad y sanciones. “Invocamos al Ministerio Público y el Poder Judicial para actuar con celeridad y sancionar con severidad a los funcionarios del Inpe que cometan actos de corrupción”.
Resaltó que se trabaja en la reforma del sistema penitenciario y para desterrar, de los establecimientos penitenciarios, los actos de corrupción.
“Desde hace treinta años, los penales han sido tierra de nadie, pero hemos avanzado mucho. Es un proceso, no será fácil lograr convertir los penales que antes eran tierra de nadie en verdaderos centros de resocialización, pero estamos trabajando», acotó
Fuente La Republica
