Titulo así esta nota, porque por experiencia propia afirmo que en la urbanización donde vivo hace un año compramos 6 cámaras de última generación por un monto de 17 mil 500 soles.
Y en convenio con la Municipalidad de Cayma, que contribuyó con similar cantidad, se hicieron las instalaciones gastando entre ambas partes, no más allá de 35 mil soles.
Por eso, el sentido común me aconseja sospechar que se sobrevaloraron los precios de sus cámaras al extremo de pagar 2 millones de soles.
Sospecha que se acrecienta, cuando un juez provisional exculpa al abogado Candia y su gerente, y más bien sentencia a otros funcionarios de menor nivel, lo que obligó al fiscal de turno a presentar una apelación de dicha sentencia, y que luego, el entonces Presidente de la Corte, Dr. Zamalloa, destituya al magistrado transitorio.
Pude leer en los diarios de la ciudad, que la sentencia apelada fue anulada por la instancia superior y que el señor Candia y su exgerente irán a nuevo juicio.
Y si los administradores de justicia se apegan estrictamente a normas legales ante tanta evidencia, en plazo perentorio, pueden ser condenados y tendría que dejar la alcaldía provincial para vergüenza de los arequipeños que ya están hastiados y cansados por la corrupción generalizada que corroe nuestra sociedad, el estado y sus instituciones.
¿Si los izquierdistas nos avergonzamos por los actos corruptos de Susana Villarán y de Gregorio Santos, qué sentirían del señor alcalde los militantes de Arequipa Renace y los ciudadanos que votaron por su lista en las últimas elecciones, si lo condenan?
De igual forma, el señor Candia, pasaría a engrosar la lista de los alcaldes provinciales y distritales que están enjuiciados o han sido encarcelados por actos de corrupción y sería partícipe de aquellos dichos que están en el imaginario social de que “no importe que robe pero que haga obras” o “que he robado con decencia”.
O también de aquellos otros que dicen “he robado en carretilla, pero el dinero me lo gasté con mis amigos”.
Sin embargo, guardo la esperanza de que tenga los argumentos objetivos y legales para justificar la compra de las cámaras y borrar de la memoria toda sospecha, y aceptaré que estaba equivocado.
Finalmente, le sugiero que revise las memorias y actas de la gestión municipal de Izquierda Unida cuando el Dr. José Villalobos Ampuero, yo Teniente Alcalde y a todo al cuerpo de regidores de 1981-1983, y vea si de algún acto corrupto fuimos denunciados, y esto que en ese entonces no recibíamos estipendio ni dieta alguna.
Fuente Los Andes
