La concesión de Enapu, que fue preparada por la Corporación Helios S.A. según denunció el congresista Manuel Dammert, fue diseñada como “una suma de negocios particulares con amigos privilegiados de la sociedad concesionaria” contra la exigencia de la Ley del Sistema Portuario.
Días atrás Dammert presentó una serie de documentos a la Comisión de Fiscalización, que investiga si René Cornejo benefició a la empresa que fundó utilizando su cargo como funcionario público.
Dentro de esa información está su pedido y el de los dirigentes de FENTENAPU y SITENAPU efectuado en el 2011 para que la Contraloría investigue la Versión Final del Contrato y de las bases de Concesión del Terminal Norte Multipropósito del Terminal Portuario del Callao “al haberse efectuado en forma irregular desde sus inicios incluyendo la forma de concesión”.
Se indica que “las inversiones de $ 308,927,640 millones en las llamadas etapas 1 y 2, no son otra cosa que inversiones en 2 grúas móviles y dragado en la etapa 1, y equipamiento en la etapa 2. El restante anunciado $ 440,943,730 millones, dependen de la demanda, por lo que no son compromisos efectivos de inversión”.
“En esta feria de oferta, para cada etapa se elaboraron separadamente los expedientes técnicos. La improvisación fue de tal grado, que se afirma que ‘el diseño no debe afectar áreas de maniobras de naves ni las operaciones de terceros, cuando es de público conocimiento que solo el nuevo Terminal de Minerales afecta las áreas de maniobras de la Marina de Guerra del Perú”, se señala. Por ello consideran que “el diseño improvisado y de negocios particulares de esta concesión, abandona los avances de un Plan Integral del Puerto del Callao”. Cornejo se presentará ante Fiscalización el 30 de este mes.
