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El club chino de la no-construcción

El club chino de la no-construcción

En la región Puno, el único hospital que atiende a sus pobladores hoy, se cae —literalmente— a pedazos. Hace dos años su historia de abandono e indiferencia parecía cambiar cuando el “consorcio hospitalario Manuel Nuñez Butrón”, conformado por las empresas Chinas Railway N° 10 Engineering Group Co. Ltd. Sucursal del Perú y Weihai Construction Group Company Limited, se adjudicó la obra “Fortalecimiento de la Capacidad Resolutiva del Hospital Manuel Núñez Butrón – Puno” con la finalidad de beneficiar a casi un millón y medio de puneños. Sin embargo, todo sigue igual.

La pesadilla comenzó en julio de 2020, cuando el consorcio chino se presentó con una carta fianza, de fiel cumplimiento por casi 33 millones de soles, a la licitación pública destinada a la reconstrucción del hospital más importante de la ciudad de Puno, que costaría 320 millones de soles. Se comprometieron a dotar de tecnología al hospital, ampliar pabellones, construir nuevos ambientes y entregar la obra terminada en 840 días. Construcción y equipamiento de primera línea. Pues bien, al día de hoy —y según CARETAS pudo constatar—: no se ha avanzado ni el 1% de la construcción. Paredes sin columnas, estructuras de fierro oxidadas por las lluvias, montículos de tierra y basura es lo que hoy se puede ver en el emblemático “Manuel Nuñez Butrón”.

En lo que sí fue rápido y eficiente el consorcio chino fue en pedir un adelanto al Gobierno Regional de Puno de 115 millones de soles por concepto de compra de materiales y a cambio solo dejaron conteiners oxidados y desperdicios.

La primera institución en detectar que algo andaba mal en esta obra fue la Contraloría General de la Republica, que emitió un “Informe de Auditoría de Cumplimiento” (N° 19338-2021-CG/MPROY-AC), el cual determinó que una de las empresas extranjeras no tenía experiencia en la ejecución de proyectos similares y que, además, el plantel que presentaron no contaba con el perfil profesional para construir una obra de tal envergadura.

Ademas, se determinó un perjuicio económico de S/ 164 369 por el pago de Compensación de Tiempo y Servicios (CTS) a personal contratado para la elaboración del expediente técnico de la obra. Con todo ello, se vino la anulación del contrato y, claro, también se desvaneció la esperanza de los puneños de tener una red hospitalaria que atienda los numerosos casos de Covid-19, entre otras enfermedades que en ese tiempo se presentaban en el sur del país e hicieron colapsar los pasillos del hospital Manuel Nuñez Butrón.

BUSCARON ÁRBITRO BAMBA

Con la obra paralizada, el creciente número de pacientes por la pandemia y el contundente informe de Contraloria, el Gobierno Regional de Puno decidió cobrar la carta fianza de fiel cumplimiento que garantizaba una eventual reparación civil por los daños causados. Según la ley, esta se debía ejecutar 10 días después de comunicada la decisión a la constructora; sin embargo, el último día, el consorcio chino se presentó nada menos que con una medida cautelar firmada por el árbitro Edwin Zamora Millones, para frenar todo tipo de cobro.

¿Cómo pudo revisar el expediente técnico y documentarse de todo en menos de 24 horas, y, en especial, pedir la versión del demandante (Gore-Puno)? Esta fue una de tantas interrogantes por las que los afectados decidieron pedir a la Oficina de Supervisión de Contrataciones del Estado (OSCE) información sobre el mencionado árbitro. Grande fue su sorpresa al enterarse de que el árbitro no era árbitro.

OSCE, en un escrito detallado, dio cuenta de que ningún Edwin Zamora Millones forma parte del cuerpo de árbitros acreditados por el Estado para estos fines y sin embargo el reclamo sí había paralizado la ejecución de la carta fianza.

Hoy el Gobierno Regional de Puno no tiene hospital, no puede cobrar la carta de aval dada por el consorcio chino y no puede atender a su población dignamente.

Por su parte, el consorcio chino sigue adjudicándose obras en todo el Perú. En los siete meses iniciales del gobierno del presidente Castillo, con el maestro Juan Silva como ministro de Transportes y Comunicaciones, ha ganado concursos en sociedad con la pequeña e inexperta empresa de los hermanos Aguilar Quispe.

La aspirante a colaboradora eficaz Karelim López ha sostenido ante una fiscal de lavado de activos que se trata del modus operandi de una organización delictiva relanzada en el MTC, con nuevos actores con los que los constructores chinos estarían obligados a asociarse para seguir ganando obras, sin importar que las anteriores estén abandonadas.

Gobernador Regional de Puno, Germán Alejo Apaza conversó con Caretas y dejó en claro que la buena pro para la ampliación del hospital de su ciudad se dio en la gestión del exgobernador Agustín Luque Chaiña.

Por otro lado, el gobernador de Puno, Germán Alejo Apaza, conversó con CARETAS y además de expresar su indignación por el abandono de la obra, dejó en claro que la buena pro para la ampliación del hospital de su ciudad se dio en la gestión del exgobernador Agustín Luque Chaiña, hoy procesado y encarcelado por corrupción.

Asimismo confirmó la mala fe del consorcio chino al momento de pedirles que devuelvan el adelanto de 115 millones para acelerar la construcción.

“Hay que decirles basta a esos consorcios que se presentan con cartas fianza y se adjudican obras con bajos montos, piden adelantos y no hacen la obra. Se ha perjudicado tremendamente a la región de Puno, lo peor es que no se puede ejecutar la carta fianza y en un solo día se emite una medida cautelar (arbitraje). Yo puedo presumir que estas empresas, estos consorcios, están coludidos con algunas árbitros en Lima para blindar y, diríamos, prácticamente para robar al Estado. La Procuraduría está actuando en este tema para tomar las acciones correspondientes”.

El gobernador German Alejo sospecha que, para colmo de males, la solicitud de anular el contrato y pretensión de recuperar el dinero adelantado entregado a las empresas chinas, ha ocasionado innumerables denuncias hacia ellos. “Pareciera que estos señores tuvieran más abogados que ingenieros para amedrentar a las autoridades con denuncias. A mí me han denunciado por anular este contrato, pero la Contraloría recomendó la anulación por una serie de irregularidades”.

BONUS TRACK

En Bolivia, la empresa china Railway Construction Corporation abandonó la construcción de la millonaria carretera prevista para unir las poblaciones benianas de Rurrenabaque y Riberalta. Cerca de 420 kilómetros de la extensa vía; es decir, más del 80% de la obra no registra trabajo alguno. Hoy el Estado mantiene un litigio pendiente por este caso.

Fuente Caretas

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