Las últimas medidas contra Telefónica por parte del OSCE y del Poder Judicial complicarán su situación financiera. Tras dos años consecutivos de caídas de ingresos y pérdidas de utilidades, la ‘telco’ se volvería a alejar de la ansiada recuperación. Si bien SEMANAeconómica señaló que Telefónica podría recuperarse este año (SE 1653, SE 1668), hoy enfrenta nuevos problemas, que podrían afectar su reputación.
TELEFÓNICA VS EL OSCE
El OSCE inhabilitó a la española para contratar con el Estado por seis meses, debido a incumplimientos en un contrato con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). El fallo, que rige desde junio hasta diciembre, le costará a Telefónica contratos con clientes importantes, que no podrá recuperar en los siguientes años. “Son contratos que duran más de dos años. No tenerlos sí golpeará sus ingresos”, asegura Fernando Casafranca, profesor de e-business y mobile commerce de Pacífico Business School. Telefónica ha sido el principal proveedor del Estado en los últimos años: en el 2018 tenía contratos por S/297 millones, monto superior a los de Claro, Bitel y Entel Empresas, según la OSCE . Estos contratos no representan más del 5% de las ventas, pero sumado a la situación financiera actual sí generará un impacto negativo este año y el próximo. Los sobrecostos asociados a la regulación actual del sector (SE 1675) intensificarán ese impacto.
“Este segundo semestre está perdido en contrataciones”, señala Abel Revoredo, socio de Revoredo Abogados y exgerente legal de Telefónica Perú. Entidades como la Sunat, el Ministerio de Salud y Essalud—que representaron el 47% de los contratos en el 2018 — realizarán licitaciones en total por más de S/3.4 millones en el segundo semestre. Telefónica no podrá participar y perderá estos ingresos. “Es momento de acelerar su transformación digital para generar nuevas fuentes de ingresos”, dice Carlos Huamán, CEO de DN Consultores.
Otro contrato que podría perder es la banda 2.5 GHz que se licitará a fines del 2019. Sin ésta, la ‘telco’ quedaría en desventaja frente a sus competidores “al ser la única sin participación en esta banda”, agrega Revoredo. “La licitación no tendría sentido sin el jugador más grande”, asegura Huamán. Entel y Claro no participarían en la licitación, mientras que Bitel sólo se podría adjudicar un bloque de espectro.
Por otro lado, el impedimento para contratar con el Estado le abre la posibilidad a nuevos jugadores. Bitel, por ejemplo, aprovechará su estrategia de precios bajos y conectividad para aumentar su presencia en el Estado (SE 1667). “Claro también buscaría aprovechar esta sanción para ganar más contratos”, asegura Porto. Entel empresas, en cambio, se verá limitado ya que sus redes están concentradas en Lima.
TELEFÓNICA VS LA SUNAT
A diferencia de la sanción del OSCE, una de sus controversias judiciales con la Sunat —sobre la que la Corte Suprema se pronunció este mes— no impactará directamente en los ingresos. Telefónica podría recurrir al TC, por lo que todavía no está obligada a efectuar el pago de cargas financieras y deducciones tributarias. El monto no superaría los S/700 millones. En el caso en el que se vea obligada a cancelar la deuda tributaria, la empresa tiene provisiones contables para afrontar estos casos, según José Miguel Porto, socio de Porto Legal. “El golpe no será tan fuerte”, coincide Revoredo. La ‘telco’ tiene provisiones por más de S/2,500 millones, según sus estados financieros. Pero el pago de deudas y la pérdida de clientes importantes “reducirá su caja, lo que finalmente también disminuirá las provisiones contables”, agrega Casafranca.
La sanción del OSCE y la sentencia de la Corte Suprema afectarán su reputación. El operador inició en el 2018 un cambio de imagen con el objetivo de fidelizar a sus clientes y detener la fuga (SE 1614). Estas sanciones generan nuevos problemas de imagen, coinciden Huamán y Casafranca. Así la ‘telco’ se aleja aún más de su recuperación.
Fuente Semana Económica
