El Policía forma parte de ese equipo humano que está en la primera línea de respuesta frente al Covid-19. Por lo tanto, el comando necesita proteger su salud como nunca.
Sin embargo, para el suboficial técnico de segunda Romel Vásquez Olano, la Policía Nacional del Perú (PNP) no vela por su vida.
TESTIMONIO
El agente policial usó las redes sociales para hacer una grave denuncia: haber recibido, incluso ya iniciada la emergencia sanitaria, mascarillas de “papel cebolla” y guantes de “pésima calidad, inservibles”, para protegerse y evitar posibles contagios.
Según el video que circula por Facebook y WhatsApp, Vásquez Olano, suboficial con 25 años de carrera, prestaba servicio en Seguridad del Estado cuando, el 21 de marzo, cinco días después de haberse iniciado la cuarentena por el Covid-19, denunció no haber recibido ningún tipo de implemento logístico” para su protección personal y “reducir cualquier tipo de riesgo […] con la población y sus mismos compañeros de trabajo”.
La denuncia, según Vásquez, la hizo mediante un “acta de ocurrencia de servicio policial” dirigida a su “jefe de unidad, capitán Dany Junior Atencio Castillo”.
En el documento, además, el agente “hacía ver la precariedad con la que salíamos a cumplir nuestras labores o funciones”.
Luego, el 25 de marzo, cuatro días después de haber solicitados los equipos de protección, recibió, él y sus compañeros, “cinco mascarillas de papel cebolla y tres pares de guantes que al momento de intentar ponérselos se rompieron”.
“No me pasó solamente a mí, sino a la mayoría de efectivos policiales. Un material de pésima calidad, inservible, ya que esas mascarillas debido a la humedad de la piel por el calor de inmediato se procedieron a abrir, a romperse, porque son de papel cebolla”, añadió.
No obstante, lo que más habría indignado a Vásquez Olano es que el 27 de marzo se enteró de que su solicitud aún no había sido tramitada por el alto mando policial, por lo que dos días después, el 29, en plena formación, le preguntó a su jefe de unidad sobre el documento enviado.
“Me dijo que esperara hasta que termine con sus obligaciones y recién iba a dar trámite al documento que había formulado por conducto regular hacia su despacho […] y que en el comando no eran magos para que con tanta prontitud hagan llegar [los equipos de protección]”, aseveró.
Esta situación, de acuerdo con el mismo agente, habría incomodado al oficial Atencio Castillo, por lo que el 2 de abril fue puesto a disposición de Recursos Humanos de la III Macro Región Policial La Libertad y luego se incorporó a la comisaría de Ayacucho, donde actualmente presta servicio.
“Luego de ello, ante tales abusos, arbitrariedades, yo he formulado mi denuncia a través de Inspectoría por el rehusamiento del capitán de dar trámite a mi requerimiento”, enfatizó.
Sin embargo, tras la denuncia, Inspectoría también ha abierto una investigación contra el referido suboficial. “Yo sé que mañana se van a adoptar las medidas disciplinarias correspondientes, pero voy a afrontarlas dignamente porque sé que mi derecho a la vida y la salud va a prevalecer, va a predominar por sobre el procedimiento, las reglas administrativas o las supuestas infracciones en las que podría estar incurriendo”, señaló.
RESPUESTA
Al respecto, el jefe de la Región Policial La Libertas, coronel PNP Edwin Dávila Paredes, minimizó la denuncia hecha por el suboficial y hasta aseguró desconocerla.
“Todos los policías están con los implementos de seguridad e higiene. […] Sabemos que cuando alguien quiere poner orden, hay gente que no está acostumbrada”, dijo.
Fuente Diario Correo
