La supuesta organización criminal conformada por Anselmo Lozano Centurión y sus funcionarios de confianza habría creado una nueva modalidad de corrupción, desde que se enquistó en la Municipalidad Distrital de La Victoria.
Así lo reveló hace unos días en entrevista exclusiva a Correo, la fiscal que investiga el caso, Karim Ninaquispe Gil, quien basa su tesis en diversos medios de prueba, entre ellos, la declaración del empresario Walther Padilla Mera.
Modalidad
Dicho contratista se sometió a la confesión sincera y declaró que el modus operandi de Lozano y compañía, consistía en evitar denuncias en torno a la ejecución de obras para no atraer la atención de la Contraloría o el Ministerio Público.
De acuerdo a lo narrado por Padilla Mera, cuando detectaban que un expediente técnico contenía serias deficiencias, los funcionarios de Lozano le pedían al contratista que asuma las consecuencias y sus respectivos costos, y en compensación renunciaban a pedirle el diezmo o coima.
Padilla Mera narró que esta situación ocurrió durante la ejecución de la obra denominada “Mejoramiento de la transitabilidad vehicular y peatonal de las calle Tambos (tramo Las leyendas – El tumi), Nazca (tramo Inti Raymi – Los tambos) y El Tumi (tramo Inti Raymi – Paracas), distrito de La Victoria”.
Precisó que en esa obra se presentaron inconvenientes, pues al iniciar su ejecución descubrieron que el expediente técnico tenía errores en el estudio de suelos, pues indicaba que el terreno donde se iba a cimentar la estructura del pavimento a construir no prestaba humedad, lo cual fue incorrecto.
“Al momento de realizar el corte de suelo se notó que todo el terreno a pavimentar necesitaría colocarle piedras de tamaños regulares a grandes, de hasta 50 centímetros de diámetro a más, lo cual no estaba presupuestado (no considerado en el expediente técnico). Para poder continuar con los trabajos en esta obra tendrían que aprobarme una ampliación presupuestal, es decir aumentar el monto de mi contrato”, reveló.
Indicó que estas falencias fueron constatadas in situ por el entonces alcalde de La Victoria, Anselmo Lozano, el ingeniero Harry Gonzales Solano (jefe de Infraestructura) y el ingeniero Dick Silva Ravines (jefe de División de Estudios y Proyectos).
“Si se aceptaba que el expediente técnico estaba mal hecho y que además se tendría que pedir una ampliación presupuestal para terminar la obra, esto le podría traer problemas con la Contraloría. Para evitar todo esto me piden que por favor asuma este costo que significaría menos del 3% a 5% exageradamente, según cálculos que había hecho Harry Gonzales y Dick Silva”, narró.
Es así que Padilla Mera se comprometió a asumir la colocación de la piedra base (no presupuestada), la cual se requería para asegurar la calidad de la obra, gastando un promedio de S/ 12,000.
“Además, les reiteré en forma discreta que no brindaría ningún apoyo en esta obra. A partir de esto en ningún momento me volvieron a solicitar apoyo alguno por esta obra, porque su temor era que la Contraloría auditara el expediente técnico porque estaba mal hecho y había sido aprobado por el ingeniero Dick Silva Ravines”, precisó.
Desconfianza
Días después, refiere que Anselmo Lozano llegó preocupado a verificar la obra y empieza a hacerle preguntas respecto a su vida personal, pues le parecía bien que haya aceptado sin mucho reclamo hacer los trabajos adicionales sin cobrarlos.
“A esto le respondí que ya había hecho los cálculos y que solo representarían alrededor del 3% del costo total de la obra, y que podría asumirlo de mis utilidades. En ese momento, el alcalde me insinúa entre broma si podría prestarle unos S/. 5,000.00 para completar unos pagos por los trabajos que venía haciendo en su fundo agrícola, y le comentó que estaba construyendo un reservorio para acumular agua para los cultivos; pero le contesté que estaba gastado con la obra que estaba ejecutando”, recordó el empresario.
Entonces, al ver que Lozano ya le había dado confianza, aprovecha la oportunidad para mencionarle que en la obra anterior (pavimentación de calle Paracas y Virú) el ingeniero Dick Silva Ravines. le había pedido “un apoyo” para los miembros del Comité de Selección e incluso había mencionado que una parte era para él.
“Al principio se incomodó y me dijo que él no había mandado a pedir nada para él y no le haga caso a este ingeniero y que ya se conversaría con él. Después se calmó y me dijo que cualquier préstamo que el requiriera se lo haría saber en persona y no a través de otros, que esto era muy serio y no quería problemas, además que solo era un préstamo hasta que coseche lo que había sembrado”, recalcó.
Finalmente, indicó que así es como comienza a entregar “los apoyos” en forma personal a cada miembro del Comité de Selección y al alcalde Anselmo Lozano, por cada obra que se le adjudicaba, pues “tenían desconfianza que Silva Ravines se quede con la mayor parte”.
“El ingeniero Harry Gonzales también me preguntó cuánto le había dado de apoyo al ingeniero Dick Silva en la obra anterior, y le respondo la verdad: en dos oportunidades le entregué S/ 10,000. Entonces, me respondió que a él, le ha dicho que su persona solo le ha entregado 15,000 y en partes de S/5,000”, acotó.
Fuente Diario Correo
